­­La rodilla derecha ha dejado en la estacada a Juanfran, que probablemente no debutará en la Liga hasta mediado septiembre, después de la primera interrupción del torneo por las selecciones. El capitán no ha regresado a los entrenamientos desde el sábado por culpa de su maltrecha articulación, en la que no remiten las molestias que le han incordiado periódicamente durante las dos últimas campañas. Al inicio de esta pretemporada, cuando sintió que el dolor en el tendón persistía, el nuevo médico de la plantilla, Ximo Mas, prescribió un tratamiento específico que se iniciaría durante el tramo de la preparación en Ermelo. La consigna era suavizar la carga de entrenamientos para evitar que el capitán descarrilara de la preparación y tuviera que detenerse bruscamente, cosa que ha terminado sucediendo.

La pauta seguida desde entonces incluía salpicar la pretemporada con algún descanso más que el resto del grupo y fortalecer sobre todo los cuádriceps. Con ese nuevo plan, el jugador soportó la segunda fase de la preparación con dolores e incluso disputó algunos partidos, pero tras la penúltima prueba, contra el Heerenveen, se pactó con el médico que reposara los últimos días en Ermelo, empalmando esas jornadas de descanso con las otras dos concedidas al grupo. Sin embargo y pese a las cautelas tomadas en su recuperación, el dolor no desaparece. Es más, el jugador sintió que se agudizaba contra el Albacete, tras un salto a los diez minutos de partido. En el descanso Mendilibar lo sustituyó y desde entonces no ha vuelto a pisar el césped.

Dado que no se observa mejoría, el cuerpo médico va a cambiar de plan. De momento, Juanfran se separará de la pelota entre quince y veinte días, periodo en el que se irá estudiando cómo evoluciona su rodilla. Lo que es seguro es que, además del partido de esta noche, se perderá el debut liguero contra el Villarreal y, salvo avance milagroso, también el partido de la segunda jornada en San Mamés. La tercera jornada, el sábado 13 de septiembre en Málaga, sí se contempla como una fecha realista para su regreso. El fin de semana de descanso debido a los compromisos internacionales jugará a favor del defensa, que tendrá un margen mayor para no precipitar su vuelta.

El expediente médico de la rodilla del capitán sugiere que se trate con especial sensibilidad en esta ocasión. El tendón rotuliano de Juanfran merece un capítulo aparte en la biografía del jugador. Es su estigma desde hace aproximadamente dos años, cuando durante una pretemporada, en Italia, sintió el primer latigazo. Entonces se llegó a temer que tuviera roto el ligamento cruzado, lo que hubiera supuesto un año en blanco y, a sus 36 años, el inevitable ocaso de su carrera. Sin embargo, aquel primer estremecimiento se redujo a un mes de baja por un esguince. Juanfran volvió a jugar pero el dolor se quedó adherido a su rodilla hasta hoy. El desgaste de la temporada se tradujo en un daño más intenso y el curso pasado, durante los últimos meses, el capitán se acostumbró a jugar infiltrado, con la rodilla herida. Pese a todas las precauciones tomadas este verano, la articulación más frágil del capitán esta vez ha dicho basta.