Con un educado «Bona nit» inició su alocución José Luis Mendilibar ante su nueva afición. Sin postureo. Su discurso fue breve. Cortito y al pie. Un saludo y luego dio las tres claves del que quiere que sea su Levante. Son «la ilusión de un club centenario», «el orgullo que siente la afición granota» por su equipo, y un cóctel compuesto por «trabajo y humildad» que debe servir para mantener al club muchos años más en Primera. Tan austera fue la puesta en escena que hasta el micrófono falló...pero el Levante es así. Todo es de verdad. Por eso Mendilibar encaja.

Dio la sensación de ser una intervención sencilla y sincera, como lo fue todo el acto de presentación en sí. Uno a uno fueron saltando al césped, por orden de demarcación en el campo de detrás hacia adelante (a excepción de los cuatro capitanes, que lo hicieron en último lugar), los 26 integrantes que en estos momentos tiene el plantel azulgrana. Casi con total seguridad se puede decir que no todos ellos iniciarán el curso, así como que vendrá alguno más, pero los que están fueron los que recibieron ayer el calor de los fieles aficionados que se acercaron a Orriols a presenciar la presentación in situ. Un gesto de agradecer.

Pese al elevado nivel de decibelios de la megafonía que solapaba en parte los aplausos, dio la sensación de que el técnico, junto a Juanfran, los otros tres capitanes, Rubén y los dos porteros recién fichados fueron quienes mejor acogida tuvieron. El de Barona tomó también la palabra como marca la tradición para todos aquellos que tienen el orgullo de portar el brazalete granota, y lo hizo para agradecer al público su apoyo y destacar su importancia en este nuevo proyecto que nace. Grada y equipo deben ir de la mano para llegar a buen puerto y el capitán lo sabe como pocos. Lo dejó claro.

Los aproximadamente 3.000 espectadores que acudieron a la presentación (que en el partido de después pudieron rondar los 5.000) pudieron tomar nota de algunos detalles como, por ejemplo, los dorsales que lucirán los futbolistas a lo largo del curso. Rubén García, aunque no fue titular, portaba el dorsal 10 a su espalda, mientras que el canterano Camarasa llevaba el 26. Son solo detalles de un acto que en muchos casos no tienen validez alguna...pero que en otros dan pistas.

La 'vía' de Jaime Gavilán

De los recibimientos a cargo del speaker habitual, Pau Ballester, llamó la atención el guiño que tuvo con Jaime Gavilán, de quien dijo que «por fin ha cruzado vía» en alusión a sus orígenes en el barrio de Benimaclet y a su reciente trayecto hasta el de Orriols.

El mundialista Vyntra, la dilatada trayectoria de Sissoko, los galones de Héctor Rodas (de quien se destacó el hecho de haber portado ya el brazalete de capitán en todas las categorías de la entidad, desde el fútbol base hasta el primer equipo), el instinto goleador de Rafael, la velocidad de Xumetra, el corazón de Pedro López y las cualidades de los dos guardametas que lucharán por la titularidad, Jesús y Mariño (Javi Jiménez sigue trabajando pero sabe que no se cuenta con él), fueron algunas de las pinceladas que dejó la velada. De esta, en la ausencia de ornamentos, la afición fiel, la de verdad, tiene que extraer una buena dosis de optimismo por que el Levante sigue en la elite.

El propio Mendilibar habló de las cuatro campañas consecutivas que lleva el Levante instalado ya en Liga BBVA y ese es un motivo de orgullo y satisfacción, como díría aquel. La carta de presentación da a entender que este equipo sabe lo que quiere y no va a renunciar a las claves que le han llevado hasta aquí, hasta el que es el mejor momento de su historia.

Tras lo de ayer ahora viene ya lo bueno. Lo de verdad. Las pruebas ya están hechas y empieza una campaña que volverá a ser apasionante. Seguro. El ´¡Macho Levante!´ sale a escena.