La bomba no llegó a explotar. Eso sí, faltó poco. La operación se rompió sobre la bocina dejando al Levante con la miel en los labios cuando al principio de la tarde todo parecía bien encarrilado. Sin embargo, cuando apenas faltaba una hora para cerrarse el mercado de fichajes, los protagonistas torcían el morro. Pese a que el acuerdo con el Fulham y con Hugo Rodallega para su cesión era un hecho, problemas del futbolista y sus representantes con el club inglés acabaron dinamitando un refuerzo que se tocaba con la punta de los dedos. Al final, Quico Catalán veía cómo las condiciones del intermediario que días atrás le había puesto a Hugo en bandeja no se cumplían. Sin duda, un auténtico revés para los intereses granotas, que por ahora se quedan compuesto y sin el delantero que les faltaba.

Ahora el único resquicio para fichar es hacerse con un futbolista sin contrato, al estilo de lo que ocurrió con Oba Martins hace dos años. En ese perfil encajaría, entre otros, un jugador de ataque muy del agrado de los granotas como es el ya exvalencianista Jonas, libre después de rescindir ayer. Sin embargo, económicamente la operación es inviable por su salario de casi dos millones.

A lo largo de la tarde Rodallega había hablado tanto con Quico Catalán como con Manolo Salvador y José Luis Mendilibar, a los que había reiterado su deseo de enrolarse en el proyecto granota para volver por sus fueros. Apartado del Fulham, la oportunidad de recalar en la Liga le venía como anillo al dedo. El escollo económico hasta parecía salvado después de que el Levante, entre la parte de su ficha que asumía y los gastos de la cesión, hubiese logrado cuadrar un dispendio de unos 700.000 euros. Pero nada. Minutos después de cerrarse el plazo, el propio jugador confirmaba en su twitter que no se movía de Inglaterra: «Gracias por el interés mostrado de todos los equipos, pero he decidido continuar con el Fulham».

Gestiones desde el domingo

Pese a que su nombre estaba en la mesa desde antes, la operación no se activó hasta el pasado domingo, apenas horas después de que fracasase el abordaje de Quico al Gato Silva en Bilbao. Sin la necesidad de fichar a un mediocentro ya por la continuidad de Diop, los esfuerzos se concentraron en una operación al más puro estilo de los Caicedo, Koné u Oba. Un perfil en horas bajas, descartado por el Fulham tras el descenso a Premiership, pero con recorrido a sus 29 años. A las órdenes de ´Bob´ Martínez en el Wigan, fue una de las estrellas de la Premier e internacional cafetero. Las dudas generadas en el arranque liguero fueron determinantes a la hora de lanzarse a por un goleador, un objetivo por el que pese a todo el Levante todavía no ha desfallecido.