El carril izquierdo del Levante se extiende ante Toño como un campamento de heridos: a los lados han quedado Juanfran y Nikos; un poco más adelante aún trata de restablecerse Gavilán. La lesión de los dos primeros ha provocado que él, el último zurdo en llegar, tenga la banda casi libre durante un par de encuentros, tiempo suficiente para anclar la confianza de Mendilibar. El lateral izquierdo, que lleva poco más de dos semanas en el equipo, aún no ha debutado en partido oficial pero ya adelantó parte de su inventario de recursos en el amistoso contra el Almansa. «Aunque fuera con un equipo de Tercera División siempre es bueno competir y son partidos en que todo lo que hagas no es suficiente, pero en líneas generales estuvimos bien», comentaba ayer después del primer entrenamiento de la semana.

Solvencia en defensa y, sobre todo, abnegación para desdoblar a su compañero en ataque: esas son las virtudes expuestas por quienes le ficharon y su entorno desde su presentación, y de lo que ya se pudo observar algo en Almansa. El lateral ya mira al que puede ser su bautismo en Primera: «El Málaga es un equipo que en su campo aprieta mucho y será muy complicado pero venimos trabajando bien durante la semana». En San Mamés, cuando se lesionó Nikos, Mendilibar optó por que Iván López jugara a banda cambiada, en la que fue la primera convocatoria del último refuerzo granota; esa parece la única alternativa que puede dejar en el banquillo a Toño. El jugador, tranquilo al margen de decisiones que no le atañen, se refería ayer a la acogida que le han ofrecido sus compañeros: «Me esperaba un buen vestuario, pero me ha sorprendido. Hay un buen grupo y se trabaja muy bien, así que de lo que trato es de adaptarme lo más rápido posible y trabajar duro para convencer al entrenador».

Su guía por los pasillos de Buñol y el Ciutat ha sido David Navarro, un «peso pesado», en términos del propio Toño. Como el nuevo granota, Navarro vive en Port de Sagunt y conoce a la familia de Toño desde hace tiempo. Precisamente en torno a Navarro giran las buenas noticias en el inicio de semana del equipo, pues el central volvió ayer al grupo después de una semana ejercitándose en solitario.

Navarro, que se retiró con molestias de San Mamés, fue la última baja de una zaga que está acusando las lesiones en un momento delicado del campeonato, cuando las premisas de Mendilibar tienen que ser absorbidas con urgencia al tiempo que se trata de competir con rivales exigentes. El entrenador sentirá cierto alivio al ver de nuevo a uno de sus centrales insobornables entrenarse de nuevo con el resto de la plantilla, mientras valora si este es el momento de Toño.