A diferencia de su antecesor, este viernes el principal problema de Lucas Alcaraz en su estreno sí que fue el resultado. Por supuesto que no el único, porque el míster granadino tiene ahora trabajo en todos los sentidos para cambiar no tanto el estilo como una dinámica de la que no es fácil sacar la cabeza. Sin embargo, sabiendo qué se quiere y cómo conseguirlo, derrotas como ésta sí que tienen solución. Y es que lo peor no fueron ya las sensaciones, muy mejoradas en cuanto a la silueta más aguerrida y compacta, sino que los brotes verdes acabaron languideciendo por un marcador excesivamente abultado para como se desarrollaron las circunstancias. Tras una segunda parte en la que tuvo mejor cara y hasta llegó a disputarle el partido al Celta, la historia podría haber sido diferente si el zurdazo desde la frontal de Ivanschitz se hubiese chocado contra la red en lugar de la madera. Al menos el sabor de boca habría sido otro si el Celta no hubiese hurgado en las heridas con las que el Levante sigue una jornada más desangrándose.

Sobreviviendo aún a Mendilibar, aunque a priori fue sólo un golpe, el equipo acabó en inferioridad numérica por el contratiempo de Rodas. El central aguantó lesionado, pero con la defensa descompuesta y Diop de improvisado relevo los celestes sentenciaron aprovechando el consiguiente desajuste. Juanfran vio cómo su despeje se le volvía en contra en el 2-0, un gol con el que se cerraba el choque pero al que le quedaba el epílogo de Mariño. El guitarrazo en el 3-0 metiéndose un chut que tenía en las manos no hace más que reabrir un debate como el de la portería, que por desgracia nunca ha estado cerrado.

Los últimos latigazos del Celta de Vigo son el regusto con el que el Levante se marchó de tierras gallegas, donde lo cierto es que sobre el papel se presumía una cornada que a nivel de juego no lo fue tanto. Alcaraz fue capaz de frenar a nivel de sensaciones la deriva hacia la nada en la que venía ahondando el Levante, aunque como era de esperar tras apenas dos entrenamientos se quedó corto. El suyo fue un equipo más reconocible, sobre todo a raíz del descanso tras darle la vuelta con los cambios. No se cortó en su debut el granadino quitando a Rubén y Morales, que junto a un Camarasa que ni jugó estaban siendo de lo mejorcito de la temporada. Sin embargo, ninguno fue capaz por su banda de cogerle el tiro al partido.

Más allá de la empanada del inicio, en la que el Celta no sacó provecho de la autopista que encontró en el renqueante Pedro López por el costado derecho, el Levante mantuvo la compostura salvo en contados casos. Uno de ellos, más que demérito de Nikos por perder la partida fue virtud de Santi Mina, cuya jugada acabó a pies de Larrivey para marcar. El primer gol de la noche para más inri no debió subir al marcador porque, aunque por centímetros, estaba en fuera de juego.

Compitió el Levante frente a un Celta encumbrado en la tabla pero con tendencia a sestear. Sin embargo, igual que en la anterior etapa, lo hizo con el handicap de la esterilidad ofensiva que lo sigue lastrando. Con el centro del campo como mero adorno a la hora de elaborar y un porcentaje letal de pases fallados, Sergio Álvarez tuvo un partido de lo más plácido a excepción de cuando escuchó temblar la madera con Ivanschitz. No hubo noticias en ataque, donde David Barral continuó haciendo kilómetros y Casadesús a lo suyo, pero sí en la silueta del bloque, más convincente y bien posicionado, sabiendo qué es lo que quería aunque no lo consiguiera y volviera a irse cabizbajo, víctima de un estado depresivo en el que todo lo que puede salir mal termina haciéndolo. Que se lo digan a Mariño.

- Ficha técnica:

3 Celta de Vigo: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Jonny; Radoja, Krohn-Dehli, Hernández (Alex López, min.76); Nolito, Santi Mina (Madinda, min.67) y Larrivey (Charles, min.86).

0 Levante UD: Diego Mariño; Pedro López, Rodas, Juanfran, Nikos; Rubén (Xumetra, min.46), Diop, Simao (Sissoko, min.71), Ivanschitz; Barral y Morales (Víctor Casadesús, min.46).

Goles: 1-0 Larrivey, min.26; 2-0 Larrivey, min.84; 3-0 Alex López, mi.90 Árbitro: Teixeira Vitienes (colegio cántabro). Mostró tarjeta amarilla a Xumetra, Diop y Pedro López por parte del Levante.

Incidencias: Partido de la novena jornada de la liga BBVA disputado en el estadio municipal de Balaídos ante unos 20.000 espectadores.