En su intento por sacar al equipo del pozo, el sucesor de Mendilibar ha hecho tábula rasa y ya luce cintura táctica. Desde el primer día aboga por acoplarse a las condiciones de la plantilla; navega entre el 4-3-3 y el 4-4-2, y está abierto a negociar la presencia de uno o dos medios de corte defensivo. Su conocido gusto por la estrategia debería hacer el resto.

-¿Ha encontrado muchas diferencias entre el equipo que preveía desde fuera y el que hay en realidad?

-La experiencia me dice que es complicado saber qué te vas a encontrar a nivel de entorno, de grupo, de club? Así que intenté no hacerme muchas ideas preconcebidas, para no llevarse sorpresas.

-Entiendo, por lo que dice, que no le habrá pedido consejo ni informes a su predecesor.

-Directamente, no. Él y yo tenemos una buena relación, hemos coincidido incluso en algún congreso, pero la información que manejo es la que me ofreció el club y con la que contaba de haber visto partidos del equipo.

-Manolo Salvador reconoció su error a la hora de apostar por Mendilibar; su llegada supone un cambio radical con lo que había?

-No creo. Todos son clichés, estereotipos. El equipo debe tener un funcionamiento coherente con los jugadores que tiene y su situación, pero no será tan distinto al que había impuesto Mendilibar.

-¿Qué quiere decir con funcionamiento coherente?

-Pues, primero, generar una serie de automatismos y órdenes tácticos; y, evidentemente, empezar a hacer marcha con una serie de jugadores y adaptarnos a ellos. No podemos jugar a contracorriente de los jugadores, sino adaptarnos a sus características.

-Nada más aterrizar, en el vestuario habló del 4-3-3 y 4-4-2 como sus sistemas de cabecera. Por su currículo, sin embargo, no habría que descartar alguna opción más, ¿no?

-No me gusta cerrarme a nada. Creo más en el concepto que en los sistemas pero sí que es cierto que el 4-4-2 y el 4-3-3 son las dos propuestas más inmediatas.

-Las últimas semanas de la anterior etapa estuvieron marcadas por desplantes de varios jugadores. ¿Le han puesto sobre aviso?

-No me gusta saber qué ha pasado antes de mi llegada.

-Sin entrar en detalles, Sissoko y Simao, que con usted en Vigo tuvieron minutos, fueron dos de sus protagonistas.

-Aunque suene a tópico, para mí son importantes a todos los futbolistas. Hay cinco medio centros, competencia más que suficiente sobre todo si acabamos jugando solo con dos, por lo que lo único que me preocupa es sacar el máximo rendimiento de Simao, de Sissoko y de los otros tres.

-De esos tres, uno es Camarasa. Con Mendilibar fue intocable y con Alcaraz ha empezado quedándose los 90 minutos en el banquillo.

-No podemos valorar a un jugador por encima de los demás por una u otra circunstancia. Camarasa no puede ser importante simplemente porque sea de la cantera; Sissoko, por su trayectoria; Víctor Pérez, porque fue un fichaje de verano. Hay partidos más que suficientes para todos; el jugador tiene que competir, y cuando le toque jugar debe ser efectivo.

-¿Se puede justificar la suplencia de Camarasa en su juventud, y en la necesidad de echar mano de la veteranía en los momentos difíciles?

-No tiene por qué. Yo hice debutar a Aleix Vidal en el Almería y eso que era un jugador teóricamente fichado para el ´B´. Rubén, Morales o Camarasa tienen la oportunidad de competir en Primera pero no tienen por qué tener un trato especial. Deben aprender a ser profesionales, que significa también estar unas veces dentro, otras veces fuera; una buena racha, otra no tanto. Lo difícil no es tener las condiciones, que las tienen, sino aprender la profesión y tener suerte. A partir de ahí, serán lo que ellos se ganen con su trabajo. Nadie les va a quitar nada pero tampoco les va a dar nada, porque sería quitárselo a otros.

-¿Con aprender la profesión se refiere también a criterio táctico?

-La madurez se gana con los años, claro, pero no por ser joven un futbolista tiene porqué no tener inteligencia táctica. Por ejemplo, el propio Camarasa es un chico ordenado, al menos desde la percepción que tengo de él después de estos primeros días.

-En su 4-4-2, ¿se negocia la presencia de dos pivotes de corte eminentemente físico?

-No es obligatoria. Los medio centros del Levante, de hecho, son muy diferentes entre sí. En Vigo jugamos con uno defensivo (Simao), otro de recorrido (Diop) y un tercero (Ivanschitz) bastante creativo e importante en el golpeo de balón. Intentamos generar un equilibrio, y en la segunda parte, con Víctor, más presencia arriba.