El primer puesto no le sentó bien al Atlético Levante. La defensa del liderato se envenenó demasiado pronto. El Crevillente demostró en un arranque vertiginoso que no venía a Buñol a pasearse. El juego directo visitante hizo estragos al filial en dos acciones a balón parado. En la primera, el colegiado interpretó como pena máxima un forcejeo entre David Sánchez y Pomares, materializado por Pagán. Sin tiempo para asimilar el golpe, en un grave error defensivo, Abraham Gomis hizo más sangre.

En un cuarto de hora, el Atlético Levante evidenció una inseguridad desconocida. En ataque, los argumentos se reducían a balones en largo de Kike Torrent y Pomares, sin fluidez en la medular hasta que Fran Hernández retrasó su posición, aunque significara que Matías apenas la oliera porque perdía a su principal aliado hasta el momento. Cuando Villafaina tenía decidido dar entrada a Juan Delgado, Traver dio un giro al encuentro con un latigazo imparable para Raúl Poveda.

Ya con Delgado en el campo desde la reanudación por David Karg, el filial granota rozó el 2-2 en un arreón por velocidad de Traver. El capitán fue derribado y el libre directo de Matías lo escupió el palo izquierdo de Raúl. Sin duda alguna que el ´7´ era el factor determinante para el defensor del liderato junto a la intensidad de Juan Delgado. Por ímpetu, corazón y mucho trabajo, el Atlético Levante buscó un premio merecido, pero ni Matías a balón parado, ni en botas de Fran Núñez ni en la cabeza de Juan Delgado o Pomares pudo llegar el empate. Las expulsiones en ambos bandos condicionaron el final del choque.