Alcaraz ha conseguido que el Levante empiece cada encuentro con un gol de ventaja sobre el rival de turno. Ha contagiado el amor que profesa por la estrategia a sus pupilos, que han encontrado en el balón parado un auténtico filón: así han marcado cuatro de sus seis goles desde la llegada del técnico granadino. El último, el de Morales en Cornellà; a pesar de la derrota ante el Espanyol, el sábado volvió a quedar de manifiesto el poderío azulgrana en ese tipo de acciones. Solo una polémica decisión de Del Cerro Grande, que pitó fuera de juego, impidió que Víctor pusiese el 1-2 en otra acción made in Lucas.

Es el balear, sin duda, pieza indiscutible en la pizarra. Él transformó en gol frente a Almería, Sevilla y Valencia el trabajo previo, que era prácticamente inexistente durante las ocho jornadas que Mendilibar permaneció al frente del equipo. El vasco relativizaba mucho la importancia de la estrategia, de forma que destinaba la mayor parte de su tiempo a la preparación de otras facetas del juego. No obstante, Ivanschitz, especialista en el saque de faltas y saques de esquina, apenas tuvo minutos hasta el relevo en el banquillo.

De las botas del austriaco nacieron el sábado el gol anulado y el 0-1, en el que todo el bloque había realizado una maniobra de distracción para dejar solo para el remate a Navarro. El golpeo de este (como Vyntra, escogido también por Alcaraz para ejercer un papel relevante a balón parado) forzaría el rechace que remachó Morales a la red. Diop también encontraría la cabeza del central en un postrer córner, aunque sin obtener réditos. En jugada, por contra, los azulgrana sumaron solo dos ocasiones: una de Morales y otra de Ivanschitz.

Solo en Balaídos, apenas dos días después de su fichaje, Alcaraz y ´su´ Levante se quedaron con las ganas de sacar partido a la pizarra. E incluso entonces, con tiempo para realizar unas pocas indicaciones al respecto, Pape dispuso de un remate franco en el punto de penalti en la primera mitad, con el partido aún empatado.

Jesús Cañadas, segundo entrenador, complementa al granadino en la elaboración y puesta en escena del balón parado. Ambos dedican horas de análisis y casi dos entrenamientos a la semana; la escasa efectividad de los rivales en esos menesteres confirma la efectividad de su labor. Solo el Almería ha batido a Mariño a través de una acción de pizarra por el momento.

En poco más de mes, Alcaraz ha situado al Levante entre los equipos más temibles en la estrategia. Ya es el séptimo que más tanto acumula en esa faceta, pese a no haber inaugurado la cuenta hasta la décima jornada. El Atlético de Simeone, con 17 de sus 25 dianas ligueras pergeñadas en el laboratorio, se lleva realmente la palma.