La línea que Lucas Alcaraz ha trazado entre titulares, suplentes y descartes no está pasando desapercibida en el vestuario. Tampoco sus palabras, entre ellas las del pasado lunes, cuando tras empatar contra el Getafe declaró públicamente que a partir de ahora «los cambios no serán muchos de una jornada a otra». La plantilla, y en especial los jugadores que se presumen como principales afectados, han captado el mensaje de Lucas, que en las conversaciones que está manteniendo con Manolo Salvador ha puesto encima de la mesa la posibilidad de sacar la tijera para aligerar el grupo. Contando a Camarasa, que sigue sin ficha del primer equipo, el técnico tiene a 25 a sus órdenes, una cantidad que podría resultar demasiado elevada y un foco de conflictos en vistas de los futbolistas con pocos visos de tener minutos y a los cuales el míster no tendría inconveniente en abrirles la puerta.

En estos momentos no hay ninguna decisión tomada, ya que entrenador y director deportivo continúan en proceso de intercambiar información, algo que pasa asiduamente. Quico Catalán, por su parte, se encuentra informado puntualmente, aunque al margen de las decisiones deportivas sobre las posibles mejoras y modificaciones en la plantilla. El presidente mantiene su mensaje de que hay un millón de euros a su disposición para reforzar la plantilla si lo creen necesario. Y es que, pese a la reacción a raíz del cambio en el banquillo, el equipo va a llegar al ecuador de la temporada con unos apuros desconocidos desde la época de Luis García.

El final de la plaga de lesiones ha provocado un escenario hasta ahora desconocido en el que cada jornada se quedan entre 6 y 7 jugadores fuera de la convocatoria, lo que ha colocado en el disparadero a los jugadores que menos entran en los planes. Tres de ellos son Víctor Pérez, Gavilán y el canterano Héctor Rodas, quienes jugaron con distinta suerte en Albacete y volvieron a quedarse en la grada ante el Getafe.

De las posibles salidas dependen también las entradas y cuántas son finalmente en número. La decisión de aprovechar la ficha vacante está tomada, pero ahora falta establecer cuáles son las prioridades, las cuales han ido variando en las últimas jornadas en función de las prestaciones del equipo. Más allá del esperanzador regreso de Rafael, los técnicos coinciden en la necesidad de otro delantero, lo cual relegaría definitivamente a Barral. Con Diop en la Copa de África y un ojo puesto en los riesgos físicos que conlleva Sissoko, el mediocentro también está encima de la mesa. Además, en la mesa hay nombres de extremos como Pardo y Lazovic a los que se ha estado siguiendo de cerca, bien para enero o junio, y posiciones en la lupa como la del central e incluso la del portero, pese a que eso obligaría a dar salida sobre el papel a Jesús, fichado este verano del Madrid.

HABITUALES DESCARTES

Jaime Gavilán

Sin continuidad por las lesiones

Destacó en Albacete, pero los problemas físicos le han impedido tener continuidad, como en las últimas campañas.

Víctor Pérez

Sin una demarcación definida

Fue una apuesta de Mendilibar, pero ni con él encontró un sitio, a caballo entre el doble pivote y la mediapunta.

Héctor Rodas

Un emblema sin minutos de juego

Superviviente del ascenso, parece que con Lucas tampoco va a llegarle la hora de consolidarse como central de Primera.