Fiel a su filosofía de no dejar cabos sueltos, el técnico granota ha aprovechado la sesión previa a la vuelta copera para ensayar una hipotética tanda de penaltis. El empate a uno de la ida, y el lanzamiento de once metros marrado en el Carlos Belmonte, le ha llevado a cerrar el entrenamiento con una serie de penas máximas. Tanto Barral como los teóricos titulares mañana, incluido Rafael, han probado con mayor o menor fortuna.

El granadino ha diferenciado claramente a aquellos futbolistas que apuntan al once y los que no, habituales en la alineación liguera. Además de un partidillo, ha trabajado la estrategia: saques de esquina y faltas no han faltado en Buñol, donde los azulgranas se han ejercitado algo más de una hora.