A expensas del delantero y el mediocentro, que como muy temprano no llegarán hasta que pasen los Reyes, el Levante tuvo a las puertas de la Navidad el milagro que necesitaba para marcar. Encima en el último suspiro y de penalti, que parece la única manera de que los granotas vean puerta. Hacerlo de jugada habría sido ya el Gordo, un premio para el que el equipo sólo llevaba una papeleta, la de Barral, que se quedó a un número de que le tocara con un cabezazo a la madera.

Aunque in extremis, el punto que el Levante le arañó a un partido que estaba perdido fue merecido. Y se ponga como se ponga Moyes, penalti claro. Tanto el de la mano de Carlos Martínez, que en su forcejeo con Navarro rayó lo absurdo, como el de una jugada anterior que pasó desapercibido. Mantener la fe tuvo la recompensa de empezar las vacaciones con mejor sabor de boca del que prometía un choque difícil de masticar para el aficionado. Sobre todo para el granota, al que su equipo venía dando motivos desde el cambio en el banquillo para subir el listón y esperar algo más de él.

El reparto de puntos fue justo, ya que la Real Sociedad sólo fue mejor en sobar el balón y definir en la única de las dos jugadas que fabricó en el área. El gol, para más inri, fue un castigo excesivo para uno de los pocos errores del Levante en defensa. Vyntra se lo puso en bandeja al exvalencianista Canales, quien maniobró a sus anchas tras fallar el griego un despeje fácil. Sin un Keylor bajo palos, de esos errores ya no hay quien te salve. El balón dio en el interior del poste y acabó en la red.

Ivanschitz es una mina

No fue el Levante el de sus mejores ratos con Lucas, pero aun así mantuvo las señas de identidad con las que ha llegado a este parón vivito y coleando. Defensivamente el equipo es espartano y práctico, apenas encaja goles y una vez más volvió a competir de principio a fin con independencia del resultado. Finbogason no fue Vela y para Navarro el partido tuvo hasta ratos plácidos.

Donde se sigue cojeando es en la falta de cuajo ofensivo. Ni en la media hay elaboración ni en el ataque puntería, un cóctel que se explica con los pobres números ofensivos que acompañan al equipo en todo lo que va de temporada. Eso sí, a nivel de resultados, el laboratorio de Buñol sigue a pleno rendimiento. Como viene siendo habitual, el peligro nació de las botas de Ivanschitz, que a este paso va a convertirse en el santo y seña granota. El austriaco es una mina, ya no sólo por la maestría con la que ejecutó el penalti, sino por la manera en la que ha interiorizado su nuevo rol. En movimiento podría pasar por un interior sin profundidad, pero con el balón plantado se transforma. Cada seña que hace es el preludio de una oportunidad de gol.

Que con la voluntad de Barral no hay suficiente se demostró una vez más. Con Rafael lejos de erigirse en una amenaza con los minutos que tuvo, el gaditano ni siquiera tuvo la suerte de cara para esquivar el poste. Con la rosca rompiendo el fuera de juego que le puso otro de los voluntariosos, Nikos, el partido podría haber sido distinto a raíz de esa jugada, la más clarividente hasta el centro de Iván López en el penalti.

Sin que Morales acudiera al rescate ni Casadesús reverdeciera los laureles de jornadas atrás, tampoco del banquillo salieron revulsivos. Con el sota, caballo y rey de Sissoko, Rafael y Rubén, Lucas no consiguió meterle otra marcha al ritmo con el que la Real conducía en cuarta. Hasta entonces lo había intentado Diop, el único que conectando con Barral se perfilaba como solución, aunque más por empeño que acierto. De no haber sido por el regalo adelantado, las Navidades azulgranas habrían sido más tristes.

Ficha técnica:

1 - Levante: Mariño, Iván López, Vyntra, David Navarro, Nikos (Rubén, m.75), Simao (Sissoko, m.55), Diop, Morales, Víctor Casadesús, Ivanschitz y Barral (Rafael Martins, m.67).

1- Real Sociedad: Rulli, Carlos Martínez, Ansotegi, Íñígo Martínez, De la Bella, Markel Bergara, Granero, Xabi Prieto, Canales (Yuri, m.90), Hervías (Pardo, m.65) y Finnbogason (Iker, m.80).

Goles: 0-1, m.48: Canales. 1-1, m.93: Ivanschitz, de penalti.

Árbitro: Jaime Latre (colegio aragonés). Amonestó por el Levante a Nikos, Barral y David Navarro y por la Real Sociedad a Íñigo Martínez, Xabi Prieto, Finnbogason, Rulli y Bergara.

Incidencias: partido disputado en el estadio Ciutat de València ante 12.000 espectadores.