El Córdoba se plantea dar ocho o nueve bajas, con la idea de incorporar hasta cinco futbolistas. Las prioridades son un lateral izquierdo, un central polivalente, un pivote defensivo de perfil organizador, un futbolista de banda y un delantero. En el seno del club blanquiverde se trabajaba ya desde hace algunas semanas en el diseño de una plantilla de 22 jugadores para Djukic. Por el límite salarial que establece la LFP, el Córdoba tendrá que dar bajas en la plantilla antes de abrir la puerta de entrada a nuevos fichajes en el mercado invernal. Habrá una limpieza a fondo y más después de la explosiva rueda de prensa del Camp Nou.

La idea de Carlos González, presidente califal, es liberar más de un millón de euros en bajas. En la puerta de salida están Havenaar, Ryder Matos, Gunino, López Garai, Xisco, Caballero y López Silva. El momento de foco mediático, tras el partido frente al Barcelona, y las formas viscerales elegidas por Djukic, han generado un clima extraño en El Arcángel. Con las vacaciones de Navidad de por medio, la situación real del vestuario (especialmente en lo que respecta a su relación con el entrenador) se conocerá con mayor detalle a partir del día 28, fecha en la que se reanudarán los entrenamientos del primer equipo. Y entre esos nombres de futuribles están el exgranota Javi Guerra, defenestrado en el Cardiff y el mediocentro Víctor Pérez, ambos del agrado de Djukic, ya que fueron básicos para él en su exitoso paso en el Real Valladolid.

Víctor Pérez disfrutó con el serbio de los mejores momentos de su carrera en el Valladolid, con quien logró el ascenso a Primera en la 2011/12, jugando 41 partidos y marcando siete goles. La siguiente temporada, también bajo las órdenes de Miroslav Djukic, vivió su explosión en la élite, siendo clave con los blanquivioletas contra el Levante en Pucela, firmando un doblete, ambos de penalti, en una campaña en la que también le marcaría al Valencia y el Barcelona. Cuando todavía no se había cumplido la mitad de ese curso 2012/13 sufrió una fractura de peroné y acortó plazos en su recuperación. Ese mismo verano padeció otra lesión de gravedad que le mantendría alejado de los terrenos de juego medio ejercicio más. José Luis Mendilibar pidió su incorporación y el manchego llegó a Orriols cedido por dos temporadas, pero ni con el vasco ni con Lucas Alcaraz ha cuajado y tiene la puerta de salida abierta de par en par para el mercado de invierno.