Aunque apenas lleva dos partidos jugados con su nueva camiseta, Iván Ramis se ha erigido en uno de los mejores refuerzos del mercado de enero. El central balear ha encadenado sendas titularidades consecutivas, suficientes para confirmarse en un fijo junto a David Navarro. Lo cierto es que tanto por cartel como por prestaciones ha caído de pie en Orriols, donde quieren convencerlo para que se quede la próxima temporada.

Y es que tras desvincularse del Wigan y llegar libre, una de las ´pegas´ del fichaje de Ramis es que sólo ha firmado hasta junio. El Levante quería que su contrato fuese como mínimo hasta 2016, pero por deseo del jugador finalmente no se incluyó ninguna cláusula de renovación automática. Aunque el club anunció la existencia de una temporada opcional por la permanencia, lo cierto es que su vinculación termina ahora mismo el próximo junio.

En Orriols son conscientes de que Ramis va a ser uno de los centrales más cotizados el próximo verano y que su idea es revalorizarse en los meses que quedan de Liga. Sin embargo, a expensas de la salvación no se renuncia a atarlo, algo que tendría que ocurrir antes de final de curso, que es el plazo que las partes se dieron para volver a sentarse. Su caso podría ser similar precisamente al de Navarro, quien de entrada sólo firmó por unos meses pero ha terminado echando raíces.

«No hay nada automático. Habrá que sentarse en cualquier caso con el club a final de temporada. Pero lo que ahora me preocupa es lograr la permanencia», decía el viernes en estas páginas en una entrevista en la que también reconocía que, pese a los cantos de sirena de Deportivo y Betis, «el único que se mojó» por él fue el Levante.

Más allá del caso Ramis y de que en estos momentos todos los esfuerzos están centrados en la salvación, el Levante es consciente de que la defensa volverá a ser de cara a la próxima temporada una de las posiciones a las que tendrá que meter mano. Y es que tras las salidas de Rodas y El Adoua, de los centrales que quedan en la primera plantilla, el único con contrato en vigor más allá de junio es Navarro. Juanfran termina en unos meses y a sus 39 años su futuro está en el aire, mientras que Vyntra no va a llegar al cupo mínimo de partidos para la renovación automática.

De entradas y salidas estuvo precisamente hablando ayer el Consejo de administración, que se reunió por primera vez en lo que va de año. Entre otras cosas, Quico Catalán y su directiva pasaron revista a los movimientos de enero, de los cuales todos los consejeros han estado puntualmente informados por correo; la última de ellas la rescisión de Issam El Adoua.

Pese al buen sabor de boca del fichaje de Ramis y la esperanza en haber acertado con Kalu Uche, que ya lleva un gol, lo cierto es que el protagonismo del mercado invernal ha recaído en Bryan Ruiz. El Levante, que ha aligerado nómina con tres salidas y la baja federativa de Víctor Pérez, iba a hacer el mayor esfuerzo económico con el costarricense. El club se hacía cargo de una parte de su ficha, de un pago por la cesión y de una importante prima por la permanencia, pero la negativa de la FIFA echó todo al traste. La frustrada incorporación del ´tico´, al que ahora se vincula con el Cruzeiro, ha provocado no solo que el club no haya agotado el millón que había de remanente para apuntalar la plantilla, sino que el saldo entre altas y bajas haya sido económicamente positivo por unos cuantos miles de euros.