Pese a la rebaja de Apelación a un solo partido, el Levante no se da por satisfecho. El club continúa considerando injusto el castigo a Iván Ramis, por lo que va a seguir recurriendo. La próxima parada será en el TAD, al que va a pedir que se anule la tarjeta roja. También se contempla solicitar en el peor de los casos la suspensión cautelar para que pueda jugar el próximo sábado ante el Rayo Vallecano.

El Comité de Apelación ha aceptado parcialmente el recurso del Levante al rebajar la sanción de cuatro partidos a uno solo. Además, ha censurado que Competición rearbitrara el partido más allá del acta de Álvarez Izquierdo: "La acción no merece un mayor reproche que el de la sanción mínima establecida de un partido".

En su resolución, Apelación mantiene que en el video aportado por el Levante "la acción objeto de sanción coincide esencialmente con la descripción que se realiza en el acta arbitral". Recuerda que el árbitro "es la autoridad deportiva única e inapelable, en el orden técnico, para dirigir los partidos" y añade que "la sanción debe ser proporcional al hecho enjuiciado".

Según Apelación, los empujones entre Ramis y El Arabi no pueden calificarse como acción "violenta". Ni siquiera "tensa". El comité habla de una acción carente de "fair-play" o "buen gusto deportivo", motivado "por la tensión del encuentro" y que lleva al jugador, "tanto al recurrente como a su adversario, a ser desconsiderados el uno con el otro de manera leve".