En zona de descenso una jornada más tras la dolorosa derrota en Vallecas, que anímicamente le está pasando factura al grupo por la forma en la que se produjo, el Levante está obligado a mirar hacia adelante, ya que vuelve a tener una final en Orriols. La de esta semana es contra el Eibar, un rival directo en la lucha por la permanencia. Pese a haberse ido desinflando en la segunda vuelta, los vascos siguen cinco puntos por encima en la clasificación, lo que convierte la próxima jornada en trascendental para los granotas, cuyo próximo envite será ya en el Santiago Bernabéu. Teniendo en cuenta que el Rayo Vallecano, que marca ahora mismo la frontera de la tranquilidad, se enfrenta al Barcelona, en juego está complicarse definitivamente la vida por abajo o darse un importantísimo respiro.

La trascendencia a efectos clasificatorios de este encuentro y de los dos anteriores contra el Granada y el Rayo Vallecano está en el origen del incentivo económico que la primera plantilla tiene por esta trilogía de partidos y que rondaba alrededor de los 100.000 euros como tope máximo en el caso ya inaccesible de pleno de victorias. Y es que el club hace unas semanas negoció con el equipo la concesión de una prima por este bloque en función de los resultados obtenidos. El pacto al que llegó Quico Catalán con los jugadores contemplaba un extra si se sumaban nueve, siete o seis puntos en este tramo de competición. De las tres opciones posibles, eso sí, ya tan solamente la última continúa a tiro y pasa por ganar al Eibar.

No es la primera vez que el Levante motiva a la primera plantilla con un premio en algún momento puntual, ya que se trata de una potestad a la que el club ha recurrido consecutivamente desde la segunda temporada del regreso a Primera División. Así como en el año de Luis García todo el montante destinado a primas -recogidas como participaciones en beneficios en el presupuesto oficial- fue fijo, a partir de la segunda se dividió también en una parte variable que es el club quien dosifica. Sin ir más lejos, en la primera vuelta, en otro momento complicado, también hubo prima, aunque al igual que ahora no surtió efecto, ya que se perdió ante el Rayo Vallecano en el Ciutat. Lo cierto es que en lo que va de temporada el club no ha pagado nada en este concepto muy a su pesar, ya que el equipo las ha perdido todas.

Otro esfuerzo por la salvación

En los últimos años las primas por la permanencia han ido oscilando entre los 2 y 2,5 millones de euros, cantidad que incluye tanto la parte fija como la variable de partidos especiales. En el Ciutat se ha considerado que esta vez era conveniente incentivar al grupo por el momento tan difícil en el que se encuentra.