Sus espaldas son suficientemente anchas para cargar con la suplencia, un tabique rehecho y hasta las acusaciones de amaño. Está "más que tranquilo", y del descenso ni habla. Cree que el "compromiso" del equipo es la clave, y se ve "al menos un año más" de granota.

En apariencia se encuentra mucho mejor, ha remitido casi por completo el hinchazón en el tabique después de la operación.

Según me dijo el especialista, a medida que fue avanzando la operación se fue encontrando con más cositas de las previstas, tuvo que reestructurar al final todo el tabique nasal, pero el resultado parece que ha sido muy bueno. A ver si lunes o martes puedo hacer ya ejercicio físico y entrenar con el grupo durante la semana.

Pues si que era la cosa seria. La verdad es que la noticia de su intervención pilló por sorpresa de puertas hacia afuera.

Fue una cosa rápida, en cuestión de días. Me molestaba bastante al respirar, la verdad…

Se refiere a que le dolía o a que se fatigaba antes.

En las últimas semanas, a raíz de un golpe contra el Athletic, tenía que respirar por la boca. Ya con la primera visita, el doctor me comentó que tenía que operarme cuanto antes. Por eso decidimos aprovechar este parón.

El problema es que igual no está apto para la final de Almería.

Ojalá se equivoque. Mi idea, una vez tenga la máscara para protegerme de los golpes, que ya me he tomado las medidas, es ponerme en seguida al máximo. Me dijeron que con dos semanas de descanso podría ser suficiente.

El del sábado es de esos partidos que marcan una temporada.

Es un partido para estar todos. Y, sobre todo, para estar bien y muy concentrados de principio a fin.

Deben ganar sí o sí; o al menos no perder, porque si lo hacen…

Yo le doy más valor anímico que clasificatorio al partido del sábado, por ser ante un rival directo y encima jugarnos el golaveraje. No hay día mejor para volver a ganar fuera de casa y recuperarnos del golpe que recibimos frente al Celta.

¿Cómo vio desde fuera ese duelo?

El equipo estuvo metido en todo momento. La pena fue el resultado, que no supiéramos amarrar al menos el empate, como hemos comentado después en el vestuario.

Obra suya fue el comentado video motivacional que vieron en la concentración justo antes del partido ante el Málaga. ¿Tiene preparada alguna otra sorpresa de ese tipo de aquí a final de temporada?

No se puede decir, son cosas del vestuario, pero no descarto nada. Todo lo que permita que el grupo vea la implicación de los que les rodean, incluso de los jugadores que no van convocados, es un apoyo más para salvarse.

Pero ya son ganas de meterse en jaleos. ¿Qué gana usted con eso?

Que el equipo esté más fuerte, que para mí es lo principal. No hay un solo día en el que vayas a entrenar y no te guste hacerlo; vas con tus amigos, te lo pasas bien… Ese punto de unión, evidentemente con la responsabilidad que lleva cada entrenamiento y cada partido, no se puede perder. Y menos en situaciones como la actual.

¿Se ha planteado qué sería del Levante si bajara?

Como no va a pasar, no lo pienso. La gente puede hacerlo, porque estamos en descenso, aunque realmente tenemos a cuatro o cinco equipos a un partido de distancia como mucho. Hay que mantener la calma, confiar; no es momento de silbar al equipo sino de animarlo. Los jugadores tenemos que seguir el ejemplo e inspirarnos con los que nos animan durante los 90 minutos, como los Levante Fans; y yo no dudo de que así será, porque los compañeros que tengo a mi lado han demostrado año tras año su compromiso e implicación.

Decía usted en una entrevista a las pocas jornadas de Liga BBVA, en plenas dudas por la propuesta de Mendilibar, que el que equipo que sabe a lo que juega termina siempre salvándose. Entiendo que ustedes lo tienen claro, ¿no?

Tenemos las ideas claras, sabemos qué es lo que tenemos que hacer y cómo manejar los partidos en cada momento, sí.

Lo que son las cosas. Con la llegada de Alcaraz se dio el paso atrás que pedía el equipo con Mendilibar y ahora han dado uno hacia adelante.

En la situación en la que estamos, en casa tenemos que ir normalmente a por los partidos, lo que nos obliga a arriesgar más. Lo que no tenemos que hacer es esperar a que nos metan un gol para dar un paso adelante. Tanto los aficionados como nosotros, el equipo, debemos ser consciente de que la permanencia tiene que llegar en el Ciutat. En casa, todos los rivales que faltan son accesibles, hasta el Sevilla.

Menos mal que ante Malaga, Granada y Eibar pudieron remontar un marcador adverso, que no es lo habitual, porque sino estarían mucho peor en la tabla.

Claro, pero esos puntos ya están en el casillero y nadie nos los va a quitar. Yo diría que tuvimos esa pizquita de suerte que otras veces nos había faltado. En Elche, con uno menos desde el minuto 5, dominamos, fallamos un penalti y acababamos volviéndonos de vacío. Además, no es lo mismo lo que pasó ante el Málaga, que el equipo estaba enchufadísimo, que ante Granada y Eibar; hay sí que hubo algo de fortuna.

¿Qué es Juanfran ahora mismo? ¿Central o lateral?

Yo sigo siendo central…

¿Sigue siendo central? Si ha jugado 20 años de lateral.

Caparrós me puso ahí y acertó. Me encuentro supercómodo. Quizá no tengas que tener tanta velocidad pero sí colocación y atención, para leer los pases del rival antes de que se produzcan…

Dejamos entonces la banda para los jóvenes, ¿no?

¡Qué va! Si tengo que correr de nuevo la banda, lo hago. Uno sabe cuándo está físicamente bien o mal. Esto es cuestión de mentalizarse y autoprotegerse; para que voy a subir 15 veces si me voy a ahogar y no voy a hacer daño. Mejor tres cada tiempo y crear peligro siempre.

¿Se ve físicamente para otro año?

Estoy al menos para un año más. Lo veo en el día a día, en cómo me he encontrado en los últimos partidos que he jugado. Y sobre todo, en que los compañeros aún confían en mí. Mientras lo hagan, tendré fuerzas para seguir.

Su contrato, sin embargo, a día de hoy acaba el 30 de junio.

Nunca he tenido prisa por renovar, ni estos años anteriores en los que el equipo iba más holgado.

Y si la oferta del club nunca llegase, ¿qué pasaría?

Si me veo en esa situación, espero que no, ya pensaré si me retiro o me busco la vida fuera.

Este es el año, por ahora con 12, que menos partidos ha jugado…

No llevo bien jugar tan poco, porque además me veo para jugar, pero sería una falta de respeto hacia mis compañeros quejarme. Sí es cierto que toda mi carrera he sido titular; hasta en el Valencia, que no tenía ese rol, al menos llegué a 24 partidos. Y el año pasado, a 38.

¿Cómo lleva el día a día con las acusaciones de amaño en las que está involucrado hace dos años?

Lo leo y me sigue pareciendo increíble aún, las mentiras que se dicen, que salen cada ‘X’ tiempo. Es muy lento todo, lo que significa más dolor cada día para mí y para los que me rodean, y lo que falta…

La investigación continúa y en mayo le tocará declarar como imputado. ¿No le inquieta?

Estoy más que tranquilo.