Una vez definidos Velázquez y el brasileño como principales objetivos para la zaga, y con la posible llegada del charrúa paralizada al menos hasta que avance la pretemporada, el Levante se ha metido de lleno en la pelea por Sidnei. Quico ha cogido las negociaciones por los cuernos para revertir la desventaja inicial y amarrar a uno de los fichajes de consenso de Manolo y Alcaraz. Aunque para lograrlo debe rascarse el bolsillo como nunca antes ha hecho: el club, conocedor de que el Deportivo parte con ventaja en caso de nueva cesión (ya que el jugador ha estado muy cómodo en A Coruña el último curso), valora su adquisición por entre cuatro y cinco millones de euros.

El desembolso por Sidnei se enmarca en el entorno marco deportivo y económico auspiciado por el futuro contrato televisivo. La operación cuadraría en el salto de calidad previsto por el presidente, independientemente de si se produce o no el desembarco de Sarver. Quico se lanzaría a una operación propia de la ´galaxia Jorge Mendes´ con el propósito de reforzar el equipo a corto plazo y obtener una plusvalía económica posteriormente. Con sus prestaciones, 25 años y en puertas de obtener la condición de comunitario -que no la tenga ya frena ahora mismo una venta más elevada a la Premier-, los técnicos ven en el futbolista posibilidades de revalorización futura.

De acometerlo, el fichaje sería el más elevado en la historia del club. Un techo que este año podría caer con el central o el ´9´ de referencia, y más después de un periplo de carestía que ha llevado al Levante a pagar solo 600 mil euros (repartidos casi a partes iguales entre Keylor, Diop y Nong) en traspasos puros y duros en su último lustro en Liga BBVA. Solo la compraventa de Caicedo, cuyos derechos se adquirieron al City para cederlos a su vez inmediatamente al Lokomotiv por una cantidad seis veces superior, se ha salido de esos parámetros; ese es el tope granota en el mercado.

Tras una aproximación fallida, en Orriols se dio casi por perdida la vía de Sidnei. Como este jueves informaba SUPER, los contactos se han reactivado en la última semana, alertados los granotas de los significativos avances que había realizado el Depor para volver a contar con Sidnei. En A Coruña se da por hecho el acuerdo con el jugador y solo faltaría el OK del propietario de sus derechos, Benfica, que por ellos pagó siete millones; este, sin embargo, no acababa de llegar por la insistencia de otros pretendientes.

El proceder de Mendes con el central en el mercado dibujan las condiciones en las que se podría producir el fichaje: los granotas no se harían con todos los derechos económicos. El brasileño, que desde entonces ha jugado cedido en Besiktas, Espanyol y Depor, firmó en 2008 por el Benfica después de que los encarnados comprasen solo el 50 por 100 de su pase, en poder de Inter de Porto Alegre. El cuadro lisboeta se haría meses más tarde con la otra mitad, que tenía la empresa del ´súperagente´ luso (Gestifute); esta se aseguró el 30 por 100 de una futura plusvalía durante un lustro, ya expirado.