Ahora es otro jugador, más maduro, que ha crecido en sus dos cesiones a Zaragoza y Valladolid. Quizás pecó de inocente cuando dio el salto esporádicamente con la etiqueta del ´ariete del filial´. Con contrato hasta 2016, más la opción de dos cursos más, a lo Morales, Roger tendrá la oportunidad de demostrar que su sitio está en la máxima categoría y de granota.

¿Qué Roger ha vuelto después de su paso por el Valladolid?

Personalmente, este año en Valladolid me ha ayudado para avanzar, he estado muy a gusto y feliz. Creo que futbolísticamente he crecido mucho. Ha sido una temporada difícil por la lesión y me quedo con el principio y el final, aunque no se haya podido conseguir el objetivo. En Zaragoza ya demostré que estoy capacitado para jugar en Primera División, ahora también, y espero que me llegue la oportunidad esta próxima temporada.

¿Queda algo de la gravísima lesión sufrida en El Molinón de Gijón?

Dentro de lo malo me he podido recuperar bien, en el tiempo establecido, y he acabado jugando a buen nivel. Sabía que era un año muy importante, crucial para mi carrera deportiva, y sin duda que empezar de esa manera no fue nada bonito. Los primeros partidos me encontraba muy cómodo, estaba haciendo goles, el equipo atravesaba por una buena dinámica y la lesión vino en el peor momento.

¿Recortó los plazos previstos?

En este tipo de lesiones lo importante es no retrasarse. Son seis meses y en mi caso ha ido todo rodado. Debo dar gracias al Levante y al Valladolid por la posibilidad de completar en València una fase de la recuperación. Ha ido perfecto.

¿Cómo vivió la inactividad?

Ha sido muy duro porque nunca me había pasado nada parecido. Mi familia ha estado conmigo desde el primer momento, dándome mucha fuerza. Era lo que más necesitaba para saber que tenía que volver a ser el de antes de la lesión y así ha sido. Con ese cariño todo es más fácil, también ha ayudado a que fuera más llevadero el haber estado en València gran parte del proceso con mi gente. En situaciones de este tipo te das cuenta de lo que tienes y de valorarlo mucho más.

Pucela también se volcó.

Ha sido increíble porque llevaba únicamente tres meses en Valladolid. El día siguiente de operarme, estando en el hospital, ver todas esas pancartas y que en el minuto 9 todo el mundo aplaudiera, justamente en el encuentro contra el Betis, fue inolvidable. Ha sido un año difícil, pero ellos me han ayudado una barbaridad y les debo mucho.

El cariño fue desde el primer día.

No tengo quejas. La afición me acogió genial desde el primer momento, ha estado conmigo, sobre todo en el peor momento, que era cuando más lo necesitaba. Han tenido mucha confianza en mí y solo tengo palabras de agradecimiento para el Real Valladolid y su gente.

Le hubiera gustado decir adiós al Valladolid con el ascenso a Primera.

Por supuesto. Fue una pena porque afrontamos la promoción de ascenso con mucha ilusión. Después de ver cómo se nos puso el partido en casa ante la UD Las Palmas, con las dos expulsiones, dimos por bueno el 1-1. Días después fuimos a la isla con la esperanza de meter un gol, pero tuvimos mal suerte y no estuvimos acertados. Son cosas del fútbol y no vale la pena seguir pensando en eso. Hay que mirar al frente y afrontar lo que viene con las pilas cargadas.

¿La de Valladolid ha vuelto a ser una cesión positiva pese a la lesión?

Han sido dos cesiones y no a dos equipos cualquiera, sino con muchas responsabilidades, y eso me ha ayudado a crecer, a sentirme importante por el hecho de tener esa presión de estar en dos clubes que aspiran a subir a Primera División.

Durante su proceso de recuperación en Orriols, Lucas ya le hizo ver que lo tenía en su ´evangelio´ si la permanencia era una realidad y seguía en el proyecto siguiente.

Lucas acababa de fichar por el Levante y cuando estoy recuperándome, estando un día en la camilla, me dijo que me había visto jugar, que le había gustado mucho y que era una pena que me hubiera lesionado. Durante el momento en el que estuve allí tuvimos una buena relación, cordial. Cuando regreso a Valladolid, le di las gracias por haberme tenido allí, por hacerme sentir como uno más del equipo. Posteriormente, cuando meto el primer gol en mi reaparición con el Valladolid, es él quién me da la enhorabuena, se alegró mucho, me dijo siguiera así y que ojalá nos pudiéramos ver en poco tiempo.

¿Siguió el contacto después de su reaparición goleadora en Pucela?

Personalmente no he vuelto a hablar con él. Por declaraciones que ha hecho me ha llegado que su deseo es que estuviera en el Levante.

El discurso oficial es que por fin es su momento con el primer equipo.

Tengo mucha ilusión y muchas ganas. Llevo dos años intentando quedarme en la primera plantilla, aunque por unas circunstancias u otras no ha podido ser. Ojalá sea mi año. Estoy capacitado, enchufado y me veo preparado para asumir ese rol, sabiendo que habrá más competencia, siempre con tranquilidad y creyendo en mis posibilidades.

Sigue Víctor Casadesús, se han ido Barral y Kalu Uche y llegará, como mínimo, un ´9´ de campanillas.

En todos los sitios hay competencia y eso es bueno. Nadie parte como titular y hay que ganárselo desde el primer minuto. Espero que me respeten las lesiones y que el fútbol me devuelva lo que me ha quitado esta temporada. Quiero que llegue ya el 6 de julio para empezar a entrenar con mis compañeros.

¿Está al tanto de la vorágine del ´sueño americano´ de Sarver?

Todo lo que sé es por lo que leo en Twitter. Estoy un poco desconectado porque acabé hace pocos días la competición y he querido resetear después de una temporada complicada. En dos semanas y media estoy entrenando otra vez y tengo pocas vacaciones. Sé lo que he escuchado o leído, nada más.

¿La rodilla de la lesión requiere un plan específico en las vacaciones?

El Levante no me ha dicho nada. Sé perfectamente lo que tengo que hacer. A la rodilla hay que darle la máxima normalidad y me siento bien. El trabajo que haré es el de siempre para no perder la forma.

¿Además del tiempo de recuperación en València ha mantenido el contacto con la gente de Orriols?

Por supuesto, he hablado bastante con ellos. Tengo buenos amigos como Rubén, Juanfran o Pedro López, que siempre están pendientes de mí. Cuando volví a jugar y metí el primer gol me enviaron mensajes de felicitación. El vestuario del Levante es espectacular.

Seguro que celebraría la permanencia en Riazor desde Valladolid.

He estado con ellos muchos meses y sé que han sufrido mucho. Fue una temporada difícil, pero esto es el Levante, es Primera División y hay que padecer para continuar entre los mejores. Eso es lo que toca. Me alegré mucho cuando la permanencia fue una realidad, sobre todo por ellos, que se lo merecían.

El Zaragoza está a punto de ascender a Primera División.

La promoción de ascenso tiene eso, que aunque entres sexto puedes dar la campanada. Es muy importante de la manera que accedes y ellos lo hicieron con una muy buena dinámica, ganando los últimos partidos de Liga y con una afición que ha quedado claro que cuando aprieta se nota. Me alegro mucho que estén rozando el ascenso, porque tengo amigos y compañeros en Zaragoza a los que les deseo la mejor de las suertes.

Menudo ´palo´ lo del Girona.

La verdad es que sí. Es un momento muy duro para el Girona porque hizo un ´temporadón´. Muchos de sus jugadores darán el salto a otros equipos porque han demostrado que tienen nivel.