Mientras en Orriols han entrado a valorar la oferta de compra del club de la que forma parte, junto a Robert Sarver y Andy Kolhberg, el doble campeón de la NBA mata el gusanillo jugando al fútbol-8 con ilustres acompañantes. El pasado martes (madrugada del miércoles en España), Steve Nash organizó en Nueva York la octava edición del ´Showdown´ de la fundación que lleva su nombre, para el que contó con futbolistas de la talla del exjuventino Alessandro Del Piero o el ex del Villarreal Giuseppe Rossi. El evento expuso el buen estado físico y una vez más la pasión por el soccer del canadiense de origen sudafricano, asesor deportivo del dueño de los Phoenix Suns, que a sus 41 años fue uno más en el partido.

Si en años anteriores habían participado Nowitzki o Tony Parker, a la cita de este año no faltaron Chris Mullin „miembro del mítico Dream Team de Jordan, Magic, Pippen y compañía„ o estrellas actuales de la NBA. El excanterano del Arsenal Luol Deng (Miami Heat) y el reciente finalista de la liga norteamericana Matthew DellaVedova, de Cleveland Cavaliers mostraron su destreza con el balón en los pies. El resultado final fue de 8-5, aunque el principal fin era recaudar fondos "para cubrir las primeras necesidades de niños de colectivos o barrios marginales".

El partido se celebró en Stanton Street, próximo a Chinatown. Para la ocasión, Nike (curiosamente, el actual proveedor técnico granota) cambió por completo el césped artificial del campo, cuyos alrededores abarrotaron casi medio millar de aficionados.

De desembarcar definitivamente en Orriols, el Levante sería el segundo club de fútbol copropiedad de Nash. Este ya tiene una parte importante de las acciones de Vancouver Whitecaps, en la Major League Soccer desde 2011. El exjugador de baloncesto, retirado el pasado mes de marzo, nunca ha ocultado su afición por el deporte rey, al que ya jugaba en su infancia junto a su hermano menor, Martin. Este último tarde llegaría al profesionalismo y a la selección canadiense, aunque ambos tengan padre inglés y madre galesa.

"Soy un gran aficionado del fútbol. Mi primera palabra fue gol. En fútbol, el número 10 lo usan quienes hacen diferencia, es así de simple", dijo Nash cuando llegó a los Lakers en 2012 y eligió el número de su jersey. En el duelo benéfico lució el ´6´ del equipo negro y dejó el citado dorsal para Del Piero. Rossi, que adquirió rodaje con vistas a la pretemporada con la Fiore tras de un año lesionado, fue clave en el triunfo del combinado blanco con tres tantos.

El italoestadounidense es un fijo en este acto, que el año pasado contó con el villarrealense Tomás Pina. Este, aprovechando que se encontraba de vacaciones en la Gran Manzana, se dejó seducir por la llamada de una estrella del deporte mundial como el canadiense. Un gancho del que podría valerse el Levante en caso de concretarse a la operación de venta de la mayoría accionarial, encabezada por Sarver, que llevaría aparejada un deembolso de 56 millones de euros.

Nash, que en su día dijera soñar con adquirir el Tottenham, el equipo del que es aficionado su padre, se ha dejado ver en los últimos años en partidos o entrenamientos de alguno de los principales clubes de fútbol del mundo: Barça, Inter, Boca o Milan.