Pese a seguir de enhorabuena con el fichaje de Nabil Ghilas, el delantero que se había marcado como su principal prioridad y en el que hay depositadas muchas esperanzas, el Levante está dispuesto a apuntalar el ataque aún más con otra posible guinda. En eso es al menos en lo que se está trabajando desde Orriols en estos últimos días. Y es que junto a las gestiones por dos centrales, sin duda lo más necesario en este momento por una cuestión de número de efectivos, los técnicos no pierden de vista las oportunidades que se van presentando en el mercado.

A la espera de lo que ocurra con Rafael Martins, que ha regresado de las vacaciones realmente afilado físicamente y dispuesto a convencer a Lucas Alcaraz, el Levante cuenta como delanteros con Roger, Víctor Casadesús y Ghilas, pero no le hace ascos a la llegada de otro ariete. Un refuerzo extra bien para desenvolverse de ‘nueve’ o tal y como ha llegado a deslizar Manolo Salvador en una demarcación algo más retrasada como segundo punta o enganche.

Hay que tener en cuenta, no en vano, que estando las gestiones con el Oporto en marcha para la cesión de Ghilas, el propio Quico Catalán siguió apurando las posibilidades de Bryan Ruiz, del que nunca se han olvidado del todo en el Ciutat y con quien volvió a hablar aunque sin éxito. El costarricense, que ha acabado en el Sporting de Lisboa por unos tres millones de traspaso y una ficha top, es la espina clavada de los granotas, a los que les encandilaba contar con un futbolista de su perfil. Y es que su fichaje habría supuesto un enorme salto cualitativo tanto deportivo como mediático.

Una cosa es que la posible llegada de Sidnei esté descartada y otra que el Levante ya no se plantee una apuesta tan ambiciosa como la de afrontar el traspaso de un jugador por el que habría estado dispuesto a comprometerse a una opción de compra obligatoria el próximo junio de unos cinco millones. «El Levante actual conforme van pasando los años está en un proceso de transformación y ahora vas a poder hacer cosas que antes no podías», ha señalado el presidente.

El Almería, un duro negociador

Con Ghilas a las órdenes de Alcaraz y la consigna de que el argelino se ponga en forma lo antes posible, las mayores urgencias continúan en la retaguardia. A Feddal no se le ha quitado el ojo del todo, pese al mensaje de haberlo descartado por sus largas, mientras que por Trujillo el Almería sigue haciéndose de valer. En Orriols se hacen a la idea de que cualquier posible acuerdo pasa por el pago de un importante traspaso teniendo en cuenta que la cláusula es de un millón y que su sueldo estaría en un escalón medio-alto. De todos modos, igual que candidaturas como la de Sidnei han ido cerrándose, también se han abierto otras y se esperan las respuestas.

Por otra parte, los técnicos continúan a la espera de que alguno de los jugadores prescindibles que en teoría no cuentan encuentren algún destino. Eso sí, la consigna de no abonar rescisiones para facilitar salidas continúa estando vigente.