Es inevitable que a los supervivientes de la pasada temporada les venga a la retina un inicio que condicionó sobremanera el devenir del curso. Tanto que Quico Catalán se vio en la obligación por primera vez desde que está al mando del Levante de prescindir del entrenador e incluso Manolo Salvador reconoció en rueda de prensa que se había equivocado en la elección de Mendilibar. Lucas Alcaraz cogió a una plantilla a la deriva en la novena jornada, curiosamente contra el Celta (primer rival de la 15/16), aunque en Balaídos. Aquel 3-0 en Vigo agudizó la depresión de la era recién cumplida. La semana siguiente comenzó el cambio con el triunfo por la mínima en Orriols ante el Almería. Una alegría en casa que se había resistido hasta ese instante.

Cinco derrotas (Villarreal, Athletic, Rayo, Barcelona y Real Madrid), dos empates (Málaga y Eibar) y una victoria (en Granada, con un solitario gol de Rubén García) fueron los números que obligaron a la cúpula a pegar un cambio de rumbo y apostar por un preparador acostumbrado a lidiar con situaciones desesperadas. Ahora arranca desde el principio y él también sabe que estos fantasmas no pueden reaparecer. De ahí que haya empezado fuerte en su primera pretemporada al frente de la nave.

El Levante buscará su primera victoria en un estreno liguero, ya que en sus diez inicios anteriores en la máxima categoría no logró ganar ni una vez. El curso pasado, también en el Ciutat de Valencia, y con un equipo con piezas por encajar y pendiente del futuro de Pape Diop, que estaba más con la mente en Grecia que en València, el Villarreal no tuvo problemas para llevarse los tres puntos (0-2). De hecho, los granotas acumulan dos derrotas consecutivas en la jornada inaugural del campeonato. La de la campaña 2013/14 fue todavía más dolorosa: el 7-0 en el Camp Nou.

A los gallegos se les da bastante bien el Ciutat, no en vano en la última visita ganaron por la mínima en la segunda vuelta del campeonato con un tanto de Charles en el tramo final, condicionado por un tremendo chaparrón de agua. El cierre de la Liga BBVA „el Levante lleva tres ediciones sin poder ganar, con 0-0 en la última ante el Elche„ será en Vallecas. Esta vez no estará Alberto Bueno, traspasado al Oporto, para hacer estragos. «El Celta es un rival que el año pasado hizo un gran fútbol, se ha reforzado con grandes futbolistas, pero jugamos en casa, hay que ser fuertes en el Ciutat y esa debe ser nuestra ventaja para el primer partido», argumenta David Navarro, que seguirá como uno de los capitanes, y que está mentalizado en realizar una buena pretemporada, pero no puede ocultar que también está mirando de reojo al primer duelo.

Navarro incide en la importancia de recuperar el embrujo del Ciutat. De un inicio sin magia se pasó a momentos inolvidables, sobre todo ante Málaga, Granada y Eibar, que valieron más de media permanencia. «Siempre digo que dependemos de nosotros y que si estamos bien, a cualquier rival le va a costar mucho ganarnos. Hay que llegar preparados para arrancar con los tres puntos ante el Celta», señaló. Respecto a la pretemporada, Navarro la calificó de «dura» y dijo que están «sufriendo», pero admitió que «es lo que toca para coger el nivel máximo lo antes posible».Además, destacó que deben «conseguir el ritmo de los amistosos lo antes posible» para adquirir cuando antes «ritmo de competición» y se mostro «satisfecho» por la imagen que dejó el equipo en el amistoso ante el equipo de las categorías inferiores del Celtic de Glasgow.