Aunque en Portugal se le situaba ya este domingo por la tarde en València, no ha sido hasta las 11:10 de este lunes cuando Deyverson ha aterrizado finalmente en el aeropuerto de Manises. Su fichaje, acordado con Os Belenenses desde el pasado sábado, se oficializó en la madrugada del lunes después de que haya aceptado hacer una concesión económica para jugar en el Levante. El futbolista y sus agentes han perdonado parte de su comisión para concretar la operación, ya que de lo contrario las negociaciones parecían abocadas a enquistarse: los granotas no querían abonar íntegramente los dos millones de su cláusula y el cuadro portugués, como SUPER avanzaba ya el pasado lunes cuando dio a conocer el interés por el punta, abogaba desde el primer momento por no perdonar ni un euro. El jugador firma por el Levante UD por cuatro años más uno opcional.

Quico se ha encontrado durante los contactos por el brasileño con la horma de su zapato. La delicada situación económica de Os Belenenses han llevado a Rui Pedro Soares a pelear por los 500.000 euros que le corresponden al club que preside, propietario del 25 por 100 de los derechos del futbolista. El resto se lo repartían entre el Benfica (50 por 100) y el propio Deyverson y el agente, que son los que han tenido que ceder.

La postura del delantero y la intermediación de Mendes, partícipe también de la cesión de Ghilas, han ayudado a encontrar una solución al problema que frenaba el cierre de la operación. Esta arrancó hace quince días, aunque ha sido en los últimos cuando los acontecimientos se han desencadenado. El martes, el jugador se negaba a participar un amistoso. El miércoles se despedía públicamente de sus compañeros. Y el viernes forzaba ya definitivamente negándose a volver a entrenar a las órdenes de Sa Pinto, a pesar de haber sido inscrito por Os Belenenses para la tercera ronda previa de la Europa League, cuyo partido de ida se disputará el próximo jueves ya sin Deyverson.

El brasileño firmará por el Levante por las próximas cuatro o cinco temporadas. No estará en el rango salarial más alto, lo que dulcificará el gasto afrontado con su traspaso. Este, próximo a los 1,8 millones de euros, será el más alto con diferencia abonado desde que Quico Catalán accediese a la presidencia hace seis años.