El crecimiento de Pepelu es imparable. Todavía no ha cumplido 17 años —los hace el próximo martes— y está respondiendo en su segunda pretemporada con la primera plantilla. Ha convencido a Lucas, que ha decidido que esté con asiduidad en el día a día de los ‘mayores’ durante la temporada, aunque jugará con el Atlético Levante. Ha sido la revelación en Ermelo. Su madurez es insultante, tanto que sus compañeros están alucinando con su rendimiento cuando en su DNI refleja que aún no es mayor de edad. Mañana se vestirá de corto en la presentación. Pepelu ha pasado en un año de firmar su blindaje hasta 2021—24 de junio— a ser más protagonista en la estadía en Holanda que futbolistas con todavía condición de jugador de primer equipo como Rafael, El Zhar o Xumetra, los tres sin minutos ante el Zwolle, Leverkusen y NEC Nimega. Fue titular en el último amistoso, una condición que, por ejemplo, no ha tenido Rubén García, otro de los activos del club y más asentado en el primer equipo.

Es el niño prodigio de la factoría de Orriols. Fichado en 2012 del Dénia e hijo de ‘Canari’, un conocido futbolista en categoría regional de la zona, Pepelu se convirtió en enero de 2014 en el primer cadete de la historia en debutar con el División de Honor. Villafaina le dio la alternativa en la segunda parte en un partido contra Huracán, una responsabilidad extra que asumió con gran personalidad y sin arrugarse. También dejó su sello en la eliminatoria de octavos de final de Copa del Rey contra el Sevilla. Ante los ‘imputs’ tan positivos que transmitía, con el extra de las primeras llamadas en las inferiores de la selección, el Levante decidió atarlo en corto con un contrato de larga duración y una cláusula de 30 millones de euros ‘antigalácticos’. Siete años desgranados en dos en el División de Honor, tres en el filial y los dos últimos en el primer equipo. Pepelu ha destrozado las previsiones. Aunque jugará con el ‘B’, Lucas lo tiene en su ‘evangelio’. Más teniendo en cuenta que Simao Mate ha sido reconvertido a central ante la carencia de efectivos defensivos.

Caparrós, Mendilibar y Lucas

Pepelu tuvo un respiro tras el ascenso del Atlético Levante y se incorporó junto a Zagalá, Traver y Jason en la concentración de Oliva. Él y Bardanca, que ha estado desde el día 6, fueron los únicos con etiqueta de filial que viajaron a Holanda. Ante el NEC fue titular junto a Verza, al igual que en Teruel, en uno de los pocos amistosos sin el esquema de tres centrales por el que está abogando el granadino. Ese vacío en la retaguardia le ha servido para hacerse ver después de una temporada con un Europeo sub-17 en sus botas, una temporada interminable con el filial y el contratiempo de la lesión que sufrió con la selección valenciana, que generó un incendio entre la FFCV y el Levante, rápidamente apagado con una conversación entre Quico Catalán y Vicente Muñoz, sus máximos responsables. A Caparrós ya le llamó la atención en varias sesiones de tecnificación que programó, su estreno en una pretemporada fue con Mendilibar y ahora seguirá creciendo con Lucas, pero sumando minutos de relevancia en la vuelta del Atlético Levante a Segunda B.

Desde el primer instante, el Levante ha estado muy pendiente de su pequeño talento, al que ha arropado más allá del fútbol y en el que confía ciegamente, tal y como le demostró cuando en su día le presentó un proyecto deportivo sólido para que cambiara Dénia por València y todavía más con su blindaje contractual hasta junio de 2021.