La Liga pisa los talones y el ´Ciutat de Palma´ aparecía como una reválida para recuperar la identidad. O por lo menos para ratificar con argumentos la apuesta de tres centrales que Alcaraz tiene en mente para arrancar la competición. El Villarreal dejó al descubierto al Levante, destapó más carencias de las evidentes, y el propósito de enmienda era obligado por orgullo y, sobre todo, porque el Celta obligará a mostrar una versión más reconocible a la de la presentación. Aunque delante estuviera un rival de inferior categoría, era capital ganar. Ante el Mallorca, un proyecto confeccionado para ascender sí o sí en el año de su centenario, el esquema no cambió, aunque sí la proyección de los laterales Iván López y Toño, que generaron superioridad, un plus de ofensividad, y, sobre todo, una línea de presión más avanzada, con Verza y Camarasa protagonistas, con mayor capacidad de movimiento. Fue el ´2´ quien escenificó ese paso al frente con una maravilla: control en el balcón del área y detallazo de calidad a la escuadra.

Ghilas reapareció y perdonó. Lucas juntó por primera vez al argelino con Deyverson. El brasileño volvió a demostrar mucha voluntad y demasiadas ganas de argumentar el desembolso económico. Mientras que Nabil desaprovechó dos opciones clarísimas, sobre todo la segunda, al encantarse en una indecisión de los centrales bermellones y Cabrero, el guardameta de la primera parte. Poco antes no conectó con precisión un servicio desde el costado izquierdo de Toño. Apenas se acordó de los puntos de sutura en la mano; solo en una acción individual en el minuto 79 arrancando desde la izquierda. Y casi noquea a Henneböle con un remate acrobático que impactó en la cara del central local y le costó la amarilla.

Con Moutinho y el ´Torito´ Acuña en el campo tras la reanudación, el Mallorca sí que obligó a la nueva línea de tres centrales a estar con mayor atención. Rubén Martínez apareció para atajar un remate del primero, otro ajustado de Coro y vio marcharse ligeramente alto un cabezazo de Aveldaño. Lucas dio un giro a su ´evangelio´ y juntó durante nueve minutos a tres delanteros cuando dio entrada a Víctor Casadesús, que volvía a un escenario que conoce a la perfección. El balear pasó de arrancar unos metritos por detrás de Ghilas y ´Dey´ a formar en la dupla de ataque final con Roger Martí, demasiado generoso en dos llegadas a la contra que pudieron ampliar la renta. Hugo Gomes fue más rápido en la última para interponerse al de Torrent y mandar el esférico a córner. Morales tampoco pudo concretar un mal despeje de la retaguardia del Mallorca para probar fortuna desde media distancia. El 0-1 no se movió y el Levante se llevó el ´Ciutat de Palma´ y una inyección de confianza. El Espanyol examinará por última vez el domingo, en Castalia, a un equipo pendiente de retoques y obligado a acelerar la operación salida.