El ‘7’ es un número que tiene tirón en Orriols. «Es el dorsal que he llevado siempre que he podido y ni un compañero de los que estaba lo ha querido», afirmaba a SUPER Verza en sus primeros días como granota. Barkero cautivó en el Euro Levante con el ‘7’ a la espalda y Barral, el último portador de esta cifra, se despidió este verano del Levante como máximo goleador de la historia del club y ahora juega en Abu Dabi. El ex del Almería, como Trujillo y Rubén Martínez, con menos afinidad entre los aficionados, es el preferido de la afición entre las caras nuevas. Así lo refleja la encuesta sobre las incorporaciones del proyecto 2015/16, elaborada por superdeporte.es, recibiendo el respaldo de cerca del 50 por ciento de los votos. Unos datos que revelan que esta apuesta de larga duración, de cuatro temporadas, ha calado entre la parroquia granota.

Su golazo al Celta ha decantado la balanza sobradamente a su favor. El Levante perdió por la mínima, pero Verza necesitaba quitarse la espinita de la puesta de largo ante el Villarreal, donde se mostró impreciso, sin fluidez de mando. La autocrítica dio resultado, por lo menos en el expediente personal. En el estreno liguero, y no solamente por su golazo, aprovechó para ratificar los motivos de su fichajes y su rol protagonista en el equipo. Alcaraz le ha dado la responsabilidad en la creación de juego, que sea el ejecutor en todas las acciones a balón parado. También en la primera parte botó un córner que se tradujo en el tanto mal anulado a Deyverson. Lleva trece goles en la máxima categoría —prácticamente todos de penalti, un ritual en el que es un verdadero especialista— y se le resistía el de falta directa. En Segunda División sí que había demostrado esa condición de ‘francotirador’ que llevaba Manolo Salvador tanto tiempo buscando. Verza se acercó al balón, sin la presión de la inferioridad numérica por la prematura roja de Simao Mate, plantó el balón en el tapete, cogió carrera y golpeó con la diestra a la escuadra de Rubén Blanco para desatar la locura. Una obra de arte que había calcado dos días antes a la conclusión de una sesión en Buñol.

El Ciutat recuperó con el ‘Verzarazo’ el éxtasis de estas acciones de estrategia. La última falta directa en Liga la transformó Barkero el 26 de enero de 2013 contra el Valladolid. Él y, sobre todo, Rubén Suárez, eran una amenaza constante en estas lides. Desde entonces, el Levante ha carecido de futbolistas capacitados para amenazar en este arte. Ivanschitz fue el único que mostró algunos fogonazos, aunque solamente dio en el clavo en el partido de presentación del verano de 2013 ante el Hellas Verona. Un lanzamiento que se estampó contra el larguero antes de sobrepasar la línea de gol.

A Verza le ha costado consolidarse en la máxima categoría y eso que su debut en la élite se remonta a junio de 2003, con 16 años, a las órdenes de Benito Floro, en el Villarreal de Sergio Ballesteros, entre otros. También muy joven debutó en Europa, jugando ante el Galatasaray o en el Olímpico de Roma, sin ser todavía muy consciente de lo que estaba saboreando. Pero el futuro le deparó un cambio de rumbo, un descenso a los ‘infiernos’ hasta encontrar el equilibrio en el Orihuela y volver otra vez a despegar, curiosamente con su padre, que lo fichó y luego lo acabó dirigiendo tras el cese de Robert Fernández, al actual secretario técnico del Barcelona. En el Almería volvió a ser centrocampista de Primera y con galones de capitán. El círculo de la resurrección se ha cerrado definitivamente en el Levante. Criterio y talento necesario para la consolidación granota en la Liga BBVA. Aunque no el argumento primordial por el que se le fichó, sus excelencias a balón parado le han hecho ganar enteros tras su golazo al Celta. Es la piedra angular en el centro del campo pese a la competencia.

Únicamente han hecho falta dos partidos de Liga para que hayan debutado todos los fichajes del Levante. El único que falta es Diego Mariño, tanto por su rol de segundo guardameta —el titular es Rubén Martínez— sino porque acaba de llegar. Las novedades del mercado estival han ido directas al campo. Hasta el repescado Roger Martí ha disfrutado ya de minutos.ido directas al campo. Hasta el repescado Roger Martí ha disfrutado ya de minutos.

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