La desenfadada advertencia que hizo Quico después del polémico estreno liguero ante el Celta cobra hoy de nuevo fuerza. «Espero que el cupo de errores en contra del Levante ya esté cubierto», decía entonces el presidente, con el gol mal anulado por De Burgos a Deyverson en mente, pero sin saber todavía que la Liga volvería al Ciutat con Iglesias Villanueva debajo del brazo. El gallego es de los árbitros que acumula más agravios a los granotas en las últimas temporadas, sin contar errores menores como el que cometiera en el último precedente: en el derbi de Mestalla de la 14/15 amonestaría a Ivanschitz por una entrada cometida por José Mari, aunque en el acta posterior sí que adjudicaría el castigo al roteño.

Al gallego le espera a priori un arbitraje de riesgo, visto también el desarrollo de los últimos choques entre levantinistas e hispalenses. Los dos del año pasado estuvieron envueltos en polémica, con Velasco Carballo como colegiado y triste protagonista de ambosVelasco Carballo. Con empate a uno el toledano enojó a Alcaraz y los suyos al descontar hasta nueve minutos en el Pizjuán. En la segunda vuelta, en Orriols, apenas daría tres minutos con 1-2, a pesar de haber parado el juego en repetidas oportunidades con sus decisiones; así lo denunciaría en sala de prensa el granadino, quitando cualquier carga de culpa al Sevilla.

El tiempo de prolongación fue motivo nuevamente de protesta en el citado duelo ante el Celta, con el debutante De Burgos Bengoetxea como trencilla. El debut en el Ciutat estuvo marcado igualmente por el tanto de Deyverson -invalidado de manera «injustificable», según Quico- y la expulsión de Simao, cuando apenas se llevaban cuatro minutos de juego.

Hay dos partidos que recuerdan especialmente en Orriols, para mal, a causa de errores de Iglesias Villanueva. El gallego, calificado de casero, se ajustó sin duda a esa condición en la segunda jornada de la 12/13, cuando los granotas visitaron Valladolid: pitó dos penaltis a favor de los locales y expulsó a la media hora a David Navarro, quien se quejaría después amargamente a través de las redes sociales.

El de Port de Sagunt sufrió en sus carnes también el segundo agravio, en el Bernabéu. En marzo de 2014, vio la roja directa por una falta a Cristiano Ronaldo en el centro del campo; para entonces, el partido ya se había decantado en favor de los merengues, pero no cuando Iglesias había pasado por alto una pena máxima sobre Pedro López. Esta había sido en la primera parte y con empate todavía a cero.

El curso pasado, justamente en el partido que derivó en la destitución y la consiguiente llegada de Alcaraz al banquillo granota, el trencilla gallego tiró de nuevo hacia los merengues en una acción al menos discutible. No se llevaba ni un cuarto de hora de encuentro cuando pitó un penalti de Juanfran sobre Chicharito, por supuesta zancadilla. El azteca reconocería en privado a los granotas al descanso que la infracción no había existido.

Lucas las tuvo tiesas con Iglesias también en su etapa en el Granada, por un penalti señalado en favor del Espanyol en septiembre de 2013. «No entiendo un error tan claro», afirmaba entonces. Este mismo año, Emery se quejaría de la actuación del colegiado coruñes en Madrid; destacaría que no había cometido ninguna equivocación de bulto pero sí beneficiado a los merengues «a los puntos», de manera constante en acciones de juego.