La suplencia en los dos primeros partidos de Liga de Morales es uno de los principales debates abiertos ahora mismo en el levantinismo. El que fue declarado por el propio Lucas Alcaraz como futbolista «revelación» de la temporada no ha aparecido de titular contra el Celta y el Las Palmas. De hecho, entró como lateral derecho por Iván López a los 70 minutos del partido del estreno y en el Gran Canaria no salió ya del banquillo. Se trata de una situación bastante llamativa para un jugador tan importante en los esquemas de Alcaraz, para el que ha sido sin ninguna duda un auténtico comodín.

El papel secundario en este momento de Morales, que viene de jugar 35 partidos pese a que empezó con Mendilibar en el banquillo en la primera jornada, se ha asociado al empleo en este inicio de temporada del 5-3-2, un sistema que prescinde de los extremos puros por las bandas en beneficio de laterales que teóricamente tienen la obligación de incorporarse al ataque. Sin embargo, lo cierto es que en contra de lo que se da por sentado, Morales sí que tiene sitio en este esquema. Es más, el famoso día en el que Alcaraz lo subió por las nubes fue después de igualar (2-2) contra el Atlético de Madrid jugando con cinco defensas y una línea de tres centrocampistas en la que el ‘Moro’ caía a la derecha, con Camarasa en el centro y Sissoko a la izquierda. Posiblemente, de los mejores partidos con esta propuesta, ya que no sólo se arañó un punto sino que el Levante se puso dos veces por delante en el marcador y convenció con su juego ante un rival que en aquella jornada se jugaba la Champions.

Ese es el sitio que Morales continúa teniendo reservado en el caso de que el sistema se mantenga, aunque está preparado también si hay cambio al 4-4-2, en el que puede jugar tanto en cualquiera de los costados como extremo o lateral, aunque con preferencia en el derecho. Un auténtico comodín. Más que a una cuestión táctica, todo apunta a que su suplencia obedece a que a diferencia de la pasada temporada, en la que empezó como un tiro, esta vez le está costando más arrancar a nivel individual y físico. Sin embargo, recién renovado, no hay duda de que se trata de uno de los jugadores importantes, como ya lo era cuando el míster dijo jocosamente que «porque es feíllo y con barba, pero si estuviera pelado y llevara tatuajes todo el mundo lo querría».

La afición, de hecho, tiene ganas de ver de nuevo a su mejor nivel al jugador que más alegrías le dio el pasado curso, autor además de goles tan memorables como el de la victoria granota en el Derbi. Es, además, el único jugador puro de banda en plantilla junto a Rubén, ya que finalmente no llegó ningún fichaje en esta demarcación. Y, salvo que haya contraorden, Xumetra no entra en los planes del técnico.