Más problemas para el Levante. El aséptico parte médico emitido a mediodía en su web por el club escondía una preocupante realidad: Trujillo sufría un grave desprendimiento de retina en el ojo derecho, no un desgarro como indicaba el mismo, de tal forma que había sido derivado de urgencia a otro especialista de Alacant en plena operación matutina en València. El destrozo provocado por el pelotazo de Lafita el pasado domingo era mayor del detectado en las pruebas preliminares. Tuvo que ser el doctor José María Ruiz Moreno, ya por la tarde, quien completó la reconstrucción de la zona, que presentaba múltiples arrancamientos. Según informaron fuentes del club valenciano, Trujillo permanecerá unos días en reposo en su domicilio y hasta que el viernes sea revisado no se establecería con exactitud cómo será el proceso de recuperación del jugador madrileño.

El propio Levante ya advertía de antemano que, «como mínimo», el futbolista de San Fernando de Henares permanecerá alrededor de dos meses de baja. Al contrario, por ejemplo, de lo que sucede con unas cataratas, el proceso de recuperación de este tipo de percances oculares es «altamente impredecible», según apuntaron a SUPER especialistas en la materia. Requieren de un incómodo periodo inicial de reposo, cuanto menos de una semana, en el que el paciente debe permanecer boca abajo para que la cirugía surta efecto y la completa reabsorción del gas estabilizador de la zona que se emplea en la misma.

La entrada de Trujillo en quirófano se precipitó por la importancia de una rápida intervención en estos casos. El diagnóstico de un desprendimiento de retina empeora drásticamente con el paso de los días, hasta derivar en pérdida definitiva de visión de no tratarse. El ex del Almería, no en vano, se apoyaba casi únicamente en las horas previas en el ojo izquierdo.

Este tipo de percances tienen un porcentaje de curación superior al 90 por 100 a día de hoy, aunque en algunos casos requieren de más de una operación. Si el postoperatorio transcurre sin sobresaltos, el defensa granota estará en condiciones de empezar a entrenar a menor ritmo en un mes. Desde ese momento hasta su completa recuperación aún debería pasar otro tanto, y más por su condición de futbolista. La operación debe estar consolidada completamente antes de que el central se exponga a acciones tan cotidianas en un partido como un remate de cabeza o un golpe en un salto, que pueden ser muy dañinas en caso contrario.

La importancia y especificidad del proceso rehabilitador conllevará varias visitas del central a la clínica de Alacant donde fue operado a lo largo de las próximas semanas. Allí pasará consulta con José María Ruiz Moreno, uno de los médicos más reputados en la materia en España. Catedrático de Oftalmología en la Facultad de Medicina de Albacete y jefe de la Unidad Clínica de Retina de Albacete, el galeno que intervino a Trujillo es actualmente el presidente de la Sociedad Española de Retina y Vítreo.