«No soy ajeno a una sugestión generalizada que hay. Pero creo que esa sugestión habría que remontarse a la ampliación de contrato del mes de mayo, en la que vosotros (la prensa) percibíais que había dudas sobre esa situación. No tengo que dudar de vosotros, porque sois profesionales y si lo decís es por algo, pero yo hablé directamente con el presidente y con Manolo (Salvador) y me dijeron que no había dudas, que había certeza y ganas de que continuásemos con la relación. Realmente, si hubiera percibido dudas no hubiera seguido. Desde ese momento hay una sugestión, tanto en eso como en otros temas como el sistema, pero me veo convencido de la situación y veo a la casa convencida del proyecto que hemos iniciado. Ya digo, la sugestión la retraso, le doy la fecha de salida ahí y contra eso lo único que queda es trabajar». Así arrancó Lucas Alcaraz su comparecencia de prensa, enmarcada por el ruido de sables sobre un hipotético despido si no hay reacción el domingo.

En una respuesta especialmente extensa, Alcaraz volvió a defender su apuesta por el 5-3-2 y dejó el recado de que la plantilla se quedó por rematar con un extremo, pese a que desde el club se asegura que el técnico aseguró de puertas para adentro que si no venía ningún jugador más no sería ningún problema. «Todos los equipos pueden jugar bien con cualquier sistema de juego. Hemos diseñado la plantilla en base a dos sistemas: jugar con dos líneas de cuatro (4-4-2 o 4-2-3-1) y la alternativa de jugar con una línea de tres centrales y de usarla durante la temporada en función del momento y los objetivos del equipo en cada partido. Está claro que en la confección de la plantilla se nos ha quedado un poco sin completar. Ha habido nombres que están un poco en el dominio público, como Cavaleiro que no pudo ser porque firmó por un equipo bueno, Grimaldo, Burgui, Cuero... No se han firmado y no lo digo como un debe del club, ni se puede achacar ni es una solicitación del club, sino una realidad. Podemos jugar con dos líneas de cuatro pero tenemos menos efectivos en los exteriores ofensivos, y más con la lesión de Rubén, pero no me gusta ser esclavo de ningún sistema. Lo que sí me gusta es razonar las cosas».

Sobre el partido en sí, envió este mensaje: «Estamos trabajando día a día para que la afición esté contenta con nosotros, que no lo hemos conseguido salvo situaciones puntuales. En casa, cuando el jugador nota que la grada está con él, el rendimiento, el atrevimiento para hacer las cosas es muy importante».