Para Lucas Alcaraz, «el problema» no está en el sistema sino en que el equipo puede «hacer muchas más cosas en el campo». Lo advirtió en sala de prensa y un par de horas antes lo había defendido en la intimidad del vestuario, en una charla en la que se había mostrado más «convencido» que nunca de que la crisis actual es reversible. El técnico granadino basó la defensa de su propuesta en «argumentos objetivos», al margen de opiniones y corrientes contrarias a su trabajo: con números en la mano, y el video del partido contra el Getafe, y los errores cometidos en el mismo, de apoyo.

«El otro día estuvimos muy desacertados en la asociación entre jugadores. Lo normal en Primera es que tengas un 80 por 100 de pases correctos y nosotros tuvimos un 73 por 100», explicaría después públicamente. A nivel interno, ese «nos tenemos que exigir mucho más para acercarnos al objetivo que nos hemos planteado», que afirmaría en sala de prensa, estuvo acompañado de más estadísticas y distintas correcciones. El Levante ha acumulado balones al área en las primeras seis jornadas -es uno de los equipos que más lleva en Liga- pero no ha sabido sacarles el provecho necesario: van cinco goles, uno de ellos de falta directa.

«Los momentos cambian con resultados. Igual que nos han llegado dos malos, porque contra Eibar y Getafe no ganamos ni estuvimos en disposición de hacerlo, de aquí podemos salir con otros dos buenos», justificó Alcaraz, que recalcó a sus pupilos la necesidad de aumentar la calidad, no la cantidad, de las llegadas. Y también de cuidar el balón cuando lo tengan en su poder, a base de asociaciones, sobre todo en el centro del campo.

Ya sobre el terreno de juego, insistió para que sus pupilos plasmaran las indicaciones recibidas. Contento por lo que había visto, al final les premiaría con un «buen trabajo, chavales». Muy en la línea de potenciar el «convencimiento» grupal de que «se puede ganar al Villarreal». Un triunfo, así lo dijo de puertas hacia adentro, erradicaría las críticas de cuajo.

Durante el partido con el que concluyó el entrenamiento, Lucas empleó un esquema distinto en cada equipo. En un lado, Navarro y Feddal como centrales, en una defensa de cuatro; en el otro, Simao, Juanfran y Jair en una línea de tres. «Hay que partir de la base de que no estamos jugando bien. No se puede decir que todo está mal porque jugamos con tres porque los peores resultados los hemos tenido con cuatro, como el otro día», desgranó el técnico, quien enfatizó que «ninguna circunstancia» ha favorecido al Levante. De cara al futuro, Alcaraz puso como ejemplo a seguir la segunda parte cuajada contra el Sevilla.