La reunión del Consejo de Administración que estaba prevista para este lunes ha sido aplazada, sine die, por un tema personal, que no es grave, según apuntan desde el propio club. En concreto, el problema es que Quico Catalán está indispuesto por enfermedad. El primer cara a cara a celebrar después del verano más movido en los casi seis años de mandato de Quico se hará de rogar un poco más. La división provocada en el levantinismo por la oferta de compra de Sarver (y sobre todo el posterior ´no´ a la misma) todavía es palpable en el propio órgano réctor, por mucho que desde el mismo se haya lanzado un mensaje unívoco de unión. Ya sin vicepresidente, después de la dimisión de Tomás Pérez, tampoco existe la certeza de que no vayan a producirse más cambios en su composición pese a la apariencia de normalidad reinante después de las vacaciones.

En la rueda de prensa posterior al anterior cónclave, en el que se había formalizado el adiós de Pérez por decisión propia, el presidente aseguró estar «más fuerte que nunca» y no plantearse su salida antes de tiempo. Está por ver en qué situación real quedan los consejeros que en el Patronato votaron en favor de la venta: Luis Calero, Javier y Víctor Martínez. Aquel 30 de julio se optó por cerrar filas y dejar pasar el tiempo, aunque las heridas abiertas entre ese sector del órgano rector y el resto de miembros podría haberse cerrado únicamente en falso. Las gestiones realizadas por los primeros en pro del aterrizaje del inversor todavía escuecen.

El Consejo ha quedado reducido a ocho componentes, lo que no implica obligatoriamente la entrada en el mismo de un sustituto para Tomás Pérez. En el orden del día de la reunión de esta tarde, que a última hora ha sido aplazada por un tema personal, de hecho, no aparecía el posible nombramiento de un nuevo vicepresidente o de un simple consejero ´raso´. Con la Junta General Ordinaria fijada para diciembre, no hay prisa por adoptar decisiones, tanto de altas como de posibles bajas en el equipo de gobierno, que en todo caso deberían ser ratificadas mayoritariamente por los accionistas.Ya de cara a la anterior junta, Quico había sopesado ya la posibilidad de dar paso a caras nuevas.

La actual situación económica de la entidad de Orriols, así como la deportiva (después de los movimientos que se produjeron en el mercado de fichajes) o la presentación del informe urbanístico de turno marcarán el devenir oficial del citado encuentro. Parece inevitable que de manera informal se comente de nuevo en este todo lo sucedido durante las negociaciones con Sarver y sus consecuencias. Entre ellas, además del cisma en el propio Consejo, la dimisión de varios patronos y la posible reformulación y democratización del club.

Quico aprovechará la cita, ahora sin un día concreto, para poner al día a sus colaboradores del nuevo reparto por los derechos de televisión, que ultima la Comisión Delegada de la LFP, de la que es miembro. En virtud del mismo, el Levante pasará a ingresar alrededor de seis-siete millones extra de euros por temporada, sobre los que se ha cimentado este verano el «salto de calidad» de la plantilla.

Las peñas esperan presidente

La Delegación se halla en pleno proceso de cambio, a raíz de la dimisión de Cosido en agosto. El jueves concluye el plazo para presentar candidaturas a la presidencia; si entonces persiste la de Gabriel Salinas como la única, este accederá al cargo automáticamente.

El club ´borra´ a Tomás Pérez como patrono

Un equívoco en la actualización de la web granota ha provocado que Tomás Pérez no figure en esta en la relación de patronos del club en la Fundación, aunque aún goza de dicha condición, tal y como descubría este domingo El Desmarque. Su dimisión como vicepresidente no llevaba implícita la de patrono, por lo que el club tiene previsto subsanar el error lo antes posible. En la lista de miembros de libre designación tampoco está ya Enrique Grima, miembro del SAM, que sí ha renunciado al cargo.