La primera victoria de la temporada fuera de Buñol -también primeros puntos tras las derrotas ante Hércules, Villarreal B y Reus- se decidió en una jugada determinante, la del gol de Álvaro Traver. Fran Grima se disponía a servir una falta lateral y cuando vio que un jugador del Atlético Levante se ponía delante, chutó contra él, pidiendo la infracción, pero el árbitro interpretó que el jugador local no había pedido distancia. Fruto de esa pifia escapulada, Álvaro Traver culminó un contragolpe que a la postre se traduciría en tres puntos vitales que no esconden la sensación de fragilidad global en la segunda parte.

El 0-1 definitivo llegó en el minuto 13 y a partir de ahí emergió la figura del guardameta Koke, que siguió en el once pese a que Zagalá ya estaba recuperado, para retener una victoria agónica porque el ´B´ mostró una versión distorsionada pese a ganar, con demasiada concesión de ocasiones cuando la solvencia defensiva había sido el principal argumento en las siete jornadas anteriores. El Badalona hizo muchas más cosas que el Atlético Levante, pero acusó una ineficacia tremenda. Es el equipo menos realizador (3 tantos) del grupo III junto al Olímpic, el primer equipo en puestos de descenso con siete puntos, tres más que los de Orriols.

Una falta de Eugeni Valderrrama. Otra lateral de Ibon Gutiérrez. Una internada de Manu Balda que acabó con un remate desviado. Una nueva aproximación del mismo delantero, pero Koke se anticipó en el uno contra uno, como también en otra acción a balón parado de Eugeni. Un peligroso lanzamiento de Morgado que desvió a córner el meta granota. Una falta que pegó a la barrera de Ibón y, sobre todo, un doble remate de Toni Lao repelido por el omnipresente Koke. En ninguna de estas opciones, el Badalona pudo enmendar el trágico despiste de la primera parte. El Atlético Levante por fin ha estrenado el casillero de puntos como visitante cuando menos lo merecía. Una inyección para recibir el próximo domingo (17 horas) al Sabadell.