En origen, en 2009, Fundació Levante UD Cent Anys se constituyó con el objetivo de ayudar al club a salir de la situación económica que atravesaba, ante la ausencia de empresas que invirtieran firmemente y que asumieran la fuerte deuda que arrastraba la entidad. Con un aval de la Generalitat Valenciana pudo obtener un préstamo que le permitió hacerse con algo más del 70 por 100 de los títulos de la SAD.

Su labor

Desde su nacimiento, la Fundación ha cumplido con su cometido y ha dotado de la necesaria estabilidad al club para que éste viviera la etapa más exitosa de su historia. A ello hay que añadir el orgullo que todos los granotas sentimos cuando vemos los proyectos que desarrolla: Levante UD EDI, Levante UD Masclets, Proyecto Di-Capacidad, Asociación de Veteranos y Voluntarios del Levante UD.

Su crisis

Sin embargo, también debemos ser conscientes de que en julio, al afrontar el primer asunto espinoso con el que se ha encontrado, ha presentado signos de fractura interna y fallos estructurales que no hay que obviar. Tras la oferta de compra de acciones que presentó el empresario estadounidense Robert Sarver y los acontecimientos que se sucedieron posteriormente, nuestro presidente José Manuel Fuertes llegó a decir que abandonaba la presidencia de la Fundació porque, según sus propias palabras, no había encontrado ni la predisposición necesaria, ni una buena sintonía entre las dos facciones, como para liderar una refundación que precisará de mucho diálogo para acometer cambios profundos en la configuración del Patronato y debatir una posible modificación de los estatutos. Fue más allá y dijo estar disgustado con todas las partes. Con los partidarios de aceptar la oferta porque no habían encajado bien el resultado final; con los contrarios a aceptarla por haber pensado antes en intereses personales que en los del Levante UD; y con los ausentes, porque a su lado quiere patronos que remen y que no se bajen de la barca en un momento clave como el vivido.

Su presente

Es evidente que, ante estas denuncias del presidente, algo debe cambiar. El pasado jueves finalizó el plazo para presentar propuestas a la comisión que estudiará la modificación de la composición y estructura de funcionamiento de la Fundació Levante UD Cent Anys. Y para mañana está prevista la primera reunión en que la comisión estudiará dichas propuestas. Nuestras esperanzas están depositadas en los resultados de su difícil encargo. Confiamos en que logren alejarse de lo que en ciencias políticas se denomina ´el gatopardismo´ o ´lo lampedusiano´.

«Si queremos que todo siga como está necesitamos que todo cambie». Esta paradoja fue expuesta por Giuseppe Tomasi di Lampedusa en su novela ´Il Gattopardo´. Una alegoría de cómo la aristocracia integra voluntariamente a las revoluciones para acabar asimilándolas. O lo que es lo mismo: alterar la parte superficial de las estructuras de poder pero conservando interesadamente el elemento esencial de estas estructuras. El levantinismo no es eso lo que está demandando, sino un Patronato en el que todos sus sectores se sientan representados por patronos independientes con criterio propio y en el que, ante futuras situaciones con diversidad de pareceres, no tenga que salir al paso su presidente para poner a cada uno en su sitio.

Su futuro

Por otra parte, creo que no debería eternizarse la tenencia mayoritaria de acciones por parte de la Fundación Cent Anys, sino que más levantinistas deberían ir accediendo a la propiedad de su club en la medida que sus posibilidades económicas se lo permita. En abril de 2013 se decidió poner a la venta el 20 por 100 de las acciones de la Fundación y sigue abierta la posibilidad de adquirir títulos al precio de 67'80 euros por título. Con la adquisición de los mismos se cumplirían dos objetivos: tener el capital social repartido entre más levantinistas y ayudar a la Fundación a atender sus compromisos de pago y desarrollar las actividades sociales, educativas, formativas y deportivas para las que fue creada. Estaríamos caminando hacia lo que algunos llaman democratizar.