Vuelve Verza al primer plano.

Tengo muchísimas ganas de ayudar a mis compañeros. Siempre se pasa mal cuando ves que no puedes entrenar ni estar a disposición del míster, pero la lesión se ha curado bien, ha cicatrizado correctamente y no va a dar más problemas.

¿Se han cumplido los plazos?

Estaba la posibilidad de llegar a Madrid, pero era un poco arriesgado, porque si se volvía a abrir la herida, que en un recto anterior es complicado, la recuperación se hubiera ido a mes y medio más. Lo más lógico era esperar dos o tres días, incorporarme a la semana siguiente y poder estar ante la Real. Esto es una Liga de muchos más partidos, no solamente está la visita al Bernabéu. Pensamos que lo mejor era eso, curar bien la lesión y seguir trabajando al margen hasta el momento adecuado para volver.

Lucas ha estado toda la semana muy pendiente de su recuperación.

Sí, porque ha existido una rotura, el músculo cierra, son fibras nuevas y eso es como hacer una pretemporada. Si le metes la carga que llevaba hay que hacerlo de manera progresiva. Decidimos parar un poco (el jueves) para estar bien. Él decidirá si salgo de inicio o no. Estoy en perfectas condiciones, aunque está claro que he estado fuera tres jornadas, pero he hecho un trabajo muy fuerte con Félix.

El míster piensa que todavía no está para disputar todo el partido.

Si juego de titular, igual llego al minuto 90 y tantos y estoy hecho un cañón. Lo importante es que si salgo, desde el principio o más tarde, esté a tope hasta que aguante. Y sobre todo que el equipo dé ante la Real otro paso hacia el objetivo.

¿Lo ha pasado peor en la grada que en el terreno de juego?

Por supuesto que sí. Se sufre muchísimo más en la grada que en el campo, porque cuando estás jugando, los nervios se quedan atrás en el momento que empieza a rodar del balón. Fuera lo paso muy mal como cualquier aficionado que va a ver a su equipo, sobre todo cuando las cosas no marchan.

¿Cómo vivió la primera victoria del curso ante un equipo que le ha marcado mucho como el Villarreal?

Estaba contentísimo. Juegue o no juegue, voy a querer siempre que gane el equipo. Aquí hay que remar juntos y cuando no estás en el terreno de juego hay que poner también el granito de arena desde el punto que sea. Estaba en la grada, pero hacía fuerza como el que más. Antes del partido estuve hablando con mis compañeros de lo que veía del rival y dando consejos a alguno de los que jugaba en mi sitio.

Es una evidencia que el objetivo de la permanencia pasa por el Ciutat.

En casa nos tenemos que hacer fuertes, que los equipos que vengan sepan lo que les espera. Cuando iba con el Almería o con otros equipos, se me hacía asqueroso jugar en el Ciutat, era complicadísimo por el ADN del Levante de local. Y eso es lo tenemos que sacar, que un año más sea así. Hay que hacerse fuertes y conseguir victorias. Viene la Real Sociedad, que jugador por jugador es un ´equipazo´, con muchísima calidad individual, pero la realidad es que tienen los mismos puntos que nosotros. La Liga no ha hecho más que comenzar, pero hay que empezar a hacer los deberes.

Ahora hay que seguir con las sensaciones positivas, pero con la inercia ganadora del día del Villarreal.

Hay que sumar de tres en tres. Tanto en la clasificación de la UEFA como en salvaciones anteriores se pensaba en el resultado. Claro que queremos disfrutar, pero si toca sufrir, hay que apretarse los machos y sacar la victoria aunque sea con el culo en el último minuto. Así también vale. Lo que hay que hacer es competir. Nuestro pensamiento solamente está en el partido inmediato, no hay que mirar más allá.

¿Es un arma de doble filo que la Real Sociedad esté en apuros?

No me preocupo en si nos favorece o no, no pienso en el rival. Me preocupa cómo va a rendir el equipo. Hay que estar unidos como el día del Villarreal, que no les dimos un respiro y seguro que más de uno de ellos se volvió aburridísimo a su casa de la desesperación porque no les salió nada, pero eso fue fruto de nuestro buen trabajo. Lo que me preocupa es que salgamos enchufados, intensos, que en defensa no concedamos y que luego nos atrevamos con el balón. Eso es lo que hay analizar, no tanto el rival.