Quico Catalán y Manolo Salvador negociaban anoche el fichaje del entrenador que relevará a Lucas Alcaraz en el banquillo del Levante. Si es posible, a partir del miércoles mismo, cuando el equipo regrese al trabajo tras la jornada de descanso de este martes. Ése es al menos el objetivo de presidente y director deportivo, a los que la hecatombe del pasado domingo pilló a contrapié. Y es que, por mucho que la destitución pareciese cantada, la victoria contra el Villarreal y las sensaciones en el Bernabéu habían ampliado el margen para Lucas, que en principio llegaba a Mestalla. Su rescisión supone un gasto extra de alrededor de unos 700.000 euros, lo que también ha empujado al club a autoimponerse que el nuevo técnico firme solamente hasta junio, mes en el que también acaba, salvo, revisión el vínculo de Manolo.

Con Quique Setién fuera de órbita tras comprometerse con el Las Palmas, la candidatura de Luis García es una de las mejor valoradas en Orriols, donde las rencillas por su adiós han quedado olvidadas. Sin embargo, su fichaje es complicado. Aunque el técnico de Altea está loco por la música y ha rechazado otras propuestas de España a la espera de que se concretara una del Levante, lejos de dejarlo escapar lo que quiere el Baniyas es renovarlo y además con una propuesta muy suculenta que podría rondar los dos millones. En los más de cuatro años que han transcurrido desde que se marchó al Getafe, Luis nunca ha perdido el contacto con la que aún es su casa.

La otra alternativa de más peso, que fue ganando enteros a lo largo del día, es la de Francisco Rodríguez. Un entrenador joven y sin equipo desde su destitución en el Almería del que se han recabado buenos informes pero por el que al cierre de esta edición no se había movido ficha directamente desde el Ciutat.

Un caramelo muy goloso

Lo cierto es que el banquillo granota es en estos momentos un caramelo muy goloso, como así lo demuestra el elevado número de entrenadores que han sido ofrecidos. Entre ellos, el catalán Rubi y el valenciano Vicente Moreno, que curiosamente estuvo en la órbita de Manolo para fichar como jugador en la época en la que agotaba su carrera en el Xerez. El actual técnico del Nástic, que tiene como segundo a un viejo conocido como Nano, está siendo una de las revelaciones de la Liga Adelante, mientras que el ex del Girona y el Valladolid es uno de los entrenadores con mejor cartel en el mercado pese a su complicada estancia en Pucela, donde pese a todo llegó a jugar la promoción.

Al presidente y al director deportivo del Levante se les colocaba anoche camino de Barcelona, aunque desde el Ciutat difuminaban las coordenadas de sus movimientos a la espera de concretar la negociación con un entrenador al que ya se espera con los brazos abiertos para enderezar la errática trayectoria del equipo, reciente colista de Primera. Con menos opciones a priori parten otros nombres como el de Gustavo Poyet o incluso el de otro ex en paro como Juan Ignacio Martínez.