Es cierto que lo tenía fácil para seguir el cara a cara entre los filiales porque en el campo del lado estaba dirigiendo, desde una hora antes, la sesión regenerativa tras la derrota en el Derbi de Mestalla, pero la presencia de Rubi, con su segundo Jaume Torras desde las alturas del Mini de Buñol, en el lado de la residencia, no fue de cara a la galería. Alineación en mano y sin entrar en la ducha. En la gestación de su fichaje, antes incluso de que se oficializara, una de las primeras llamadas que realizó el técnico catalán fue a Miguel Ángel Villafaina, su homólogo en el Atlético Levante, que hizo de interino tras la destitución de Lucas Alcaraz, como ya sucediera un año atrás con el cese de Mendilibar, para trasladarle un mensaje de colaboración, para explicarle que la comunicación entre ambos va a ser fluida y constante, y para dejarle claro que iba a estar muy atento al rendimiento de un filial que está respondiendo en su regreso a la División de Bronce.

En esa pretensión de contar con los 23 de la primera plantilla, de tenerlos a todos enchufados en el camino hacia la permanencia, Rubi también cree que puede haber hueco para los canteranos. Y además lo ha demostrado en el pasado. En el estreno, con cuatro conceptos claves, quedó claro que sus equipos tienen una personalidad definida. No hace distinción entre teóricos titulares y suplentes, en busca del equilibrio. Con el de Vilassar de Mar, el esfuerzo no se negocia y si alguien baja el pistón entrará un canterano. Ayer, en el Derbi de filiales que se tiñó de azulgrana con el gol de Dani Calvo a balón parado, Rubi comprobó que este Atlético Levante con tantos cambios con respecto al ascenso va en serio. La condición de revelación del grupo III de Segunda División B ya no es un sorpresa para nadie. Tanto que está más cerca de la promoción de ascenso (tres puntos) que del ‘play-out’ y el descenso (cinco en ambos casos). Villarreal B, Castilla, Sevilla Atlético y Granada B son los cuatro filiales, de los quince que hay en Segunda B, con mejores números que los de Villafaina. «Valoramos mucho los puntos. Hay que darse cuenta de que este filial es prácticamente nuevo, que incluso recién comenzada la temporada llegó el propio Dani Calvo (autor del gol de la revancha granota). El equipo se ha adaptado a la categoría y ahora lo importante es que sigamos mejorando», declaró el técnico del ‘B’ tras mantener la hegemonía en los duelos en Buñol ante el filial valencianista en Segunda B: cuatro partidos y cuatro victorias.

El fútbol de Rubi y Villafaina es totalmente opuesto, pero eso no es ningún impedimento para que vayan de la mano en el proceso de propulsar jugadores para el primer equipo como en los últimos años ha sucedido como los Iván López, Camarasa, Rubén García, Morales o Roger. El catalán aboga por un fútbol alegre, aunque sin descuidar la defensa, mientras que el míster del filial es consciente de que su equipo no es tan atrevido, pero cada uno de sus jugadores se pone el mono de faena desde el primer minuto y explota al máximo el contragolpe y las acciones a balón parado. Ante el VCF Mestalla, la pizarra fue clave. «Que el entrenador del primer equipo nos vea es ilusionante y da más ganas para seguir adelante. Todos vimos el Derbi de Mestalla. El Levante nunca bajó los brazos y mereció más», afirmó Dani Calvo, el protagonista de la quinta victoria de la temporada.

El Atlético Levante es séptimo, con 16 puntos, ha dejado la portería a cero en 5 de los 11 partidos disputados y en Buñol ha sumado 4 victorias de 6 ante Llosetense, Alcoyano, Sabadell y la de ayer. El paso de las semanas determinará si en la carpeta de Rubi hay hueco para los chavales. Dani Calvo, por su gol, el sacrificio de Pepelu y la intensidad de Juan Delgado brillaron algo más en el 1-0 contra el filial vecino.