Sergio Ballesteros reaparece en el primer plano granota como nuevo presidente de la Asociación de Veteranos. Después de anunciar su despedida del Levante y de los terrenos de juego en junio de 2013, y con casi 250 partidos en sus botas en Orriols, el de Burjassot ha tomado oficialmente el testigo de Vicente Latorre y, como consecuencia, también será el patrono que represente a los exjugadores en las próximas reuniones del Patronato, en el pleno proceso de cambio.

Fue el propio Latorre el que en su día le propuso a Ballesteros llevar las riendas y ayer, junto a Víctor Santamaría, el que le dio la bienvenida desde el púlpito en su nueva función. ´Lato´ se aparta de los focos de los veteranos, pero asesorará a Sergio en todo lo que necesite. Hará de nexo en su estreno como miembro de la Fundación ´Cent Anys´. Le pondrá al día de los pasos que se están dando para reconstruir a la poseedora de la mayoría accionarial, al estar aún presente como componente de la Comisión Ejecutiva.

En los últimos tiempos, la presencia del excapitán estaba siendo fija en los proyectos sociales con fines benéficos de los veteranos, que seguirán produciéndose ahora con él al frente. Su designación era un secreto a voces desde hace tiempo y solamente faltaba poner día, hora y lugar para que su elección se refrendara en la Asamblea, una reunión en la que cualquier veterano podía participar. En la sede de la Delegación de Peñas, que albergó la cita, Ballesteros recibió el cariño de los presentes, pidió el respaldo de todos, mostró sus inquietudes y dudas sobre el día a día de los homólogos y se mostró próximo y preparado para mantener el listón igual de alto como lo deja Latorre.

Desde hace tiempo quedó enterrada la propuesta del club de formar parte de la dirección deportiva, pactada con el propio Ballesteros cuando se cerró su salida del Levante tras vestir por última vez la casaca azulgrana el 14 de abril de 2013 en el Levante-Deportivo, que generó la reacción y acusación de Barkero contra cuatro compañeros, entre los que él estaba, y levantó las sospechas del mundo del fútbol, alimentadas por las acusaciones de Tebas de un posible amaño.