Rubén García uno de los recuperados por Rubi en el once inicial. Sin duda que es uno de los grandes favorecidos del relevo en el banquillo. En el esquema de Lucas, por sus características, no encajaba, al prescindir de las bandas. Para Rubi y Manolo Salvador es prioritario recuperar la mejor versión de Rubén. Aunque no tiene «nada que reprocharle» a Alcaraz, el setabense no esconde que con el catalán vuelve a disfrutar del fútbol.

Es evidente que la llegada de Rubi al banquillo le ha venido de perlas.

Sí. Jugué de inicio en Mestalla y me encontré bien, aunque no pudimos refrendar el buen trabajo colectivo con puntos. Hacía mucho tiempo que no tenía más de 45 minutos, que no jugaba de titular y además a ese ritmo. Es lógico que la historia es diferente por estar en el once y espero continuar aportando cosas al equipo en el campo.

Rubi ha abierto el abanico a todos.

Se está notando diariamente que confía en cada uno de los que formamos la plantilla. Todos tenemos opciones de jugar. Eso es bueno para cada demarcación y cada futbolista, porque crea una competencia, una rivalidad en beneficio del grupo. Que haya opciones para todos va a hacer que estemos enchufados durante la semana, tanto los que jueguen como los que al final no estén entre los once elegidos.

¿Hacía falta que no existiera esa división tan clara entre titulares y suplentes como hacía Alcaraz?

Al equipo le ayuda. El año de la Europa League, que pudimos jugar casi todos muchos minutos, nos mantenía activos a todos. Eso en un equipo es muy importante, ahora lo tenemos y hay que mantenerlo en lo que queda de temporada, ya sea si las cosas bien, regular o mal, que al final lo marcará la Liga, los partidos. Lo que debemos evitar es dejarnos llevar por no jugar o incluso con minutos. Hasta ahora estamos entendiendo lo que nos está pidiendo el cuerpo técnico.

¿Qué le da Rubi al equipo?

Lo más importante y primordial, sobre todo para la gente que no veníamos jugando, es ese puntito de confianza. En mi caso me sirvió para sentirme a gusto ante el Valencia. No sabía si iba a jugar o no de titular, pero simplemente la posibilidad ya me sirvió para sentirme con más ganas de que llegara el partido y disfrutar jugando al fútbol. Ese plus de confianza nos hizo sentirnos bien durante el Derbi, sobre todo en la primera parte. Fuimos muchos los jugadores que a priori no estábamos físicamente bien del todo y nos costó acabar el encuentro. Pero con el paso de las jornadas, ajustando lo que nos pide el míster y dando continuidad a ese ritmo de juego, todo va a ir mejor. Adaptándonos al sistema, seguro que vamos a dar un paso al frente.

¿Con Lucas no se sentía bien?

A nivel de sistema de juego es evidente que no me ayudaba. Me perjudicaba porque jugábamos sin bandas, que es donde mejor me siento. Personalmente estaba bien y simplemente era que no participaba. Cuando un futbolista no juega es normal que no esté contento.

Muchos compañeros han mostrado públicamente sus discrepancias a Alcaraz después de la destitución.

Cada uno vivía una situación, tenía su relación, tenía su forma de ver al míster, a su sistema, a esa época. No tengo nada en contra de él, siempre he tenido buena relación. No he jugado y al final son situaciones en el fútbol que hay que superar. Hablaba mucho con él, me transmitía que estaba contento conmigo, que siguiese trabajando igual, que tendría la oportunidad, pero no participé, no tuve ese protagonismo que quisiese haber tenido. Tenía una relación cordial, no tengo nada que reprocharle.

¿Para el vestuario fue una liberación el relevo al frente del equipo?

No, aunque sí que es verdad que era un momento en el que podía haber un cambio que igual venía bien al vestuario. Se notó en Mestalla a nivel de juego, pero el resultado fue negativo. Más allá del entrenador, lo importante del Levante es el grupo de jugadores. Cada técnico tiene su forma de entrenar, de dirigir al colectivo y en este caso ha sido un cambio bueno, pero hay que seguir. Nosotros también hemos hecho muchas cosas mal; Lucas no ha tenido la culpa de todo. Tenemos que mirar lo que hay que mejorar. Creo que con este cambio salimos reforzados como bloque.

Rubi ha calado en el vestuario por su carácter dialogante.

Es el principio y tiene que dar mucha información al grupo, que la adquiramos rápidamente, pero manteniendo también las cosas que hacíamos bien, para obtener resultados inmediatos en el campo. Está muy encima nuestro, trata de ayudarnos en todo momento para que mejoremos. Con Rubi vamos a dar ese puntito que nos hacía falta.

Con cuatro conceptos, sin volverles locos, como así dijo Rubi en su presentación, valieron para dar una buena imagen ante el Valencia.

Nos dijo que estaba contento con nuestro trabajo, tanto en lo individual como en lo colectivo. Una lástima el resultado. El partido se escapó por detalles, ya que durante 60/70 minutos dimos la talla, fuimos intensos y propusimos cosas diferentes. Si seguimos en esa línea de la primera parte, ratificando lo que hicimos bien, trabajando para corregir los errores y añadiendo ese nivel físico de los que hemos jugado menos con el anterior míster, se podrán ver partidos bonitos, sobre todo para la afición, que merece disfrutar de nuestro juego. Esperemos que junto a ellos y al nuevo estilo podamos ganar muchos partidos, sobre todo en casa, que es donde nos tenemos que hacer fuertes para alcanzar el objetivo de la permanencia, pero también creyendo que podemos arañar de visitantes.

Hay que ganar como sea al Depor.

Es un partido ante un rival directo, aunque ahora tenga ocho puntos más que nosotros. Queda mucha Liga, el Deportivo está haciendo una gran temporada, pero pelea con nosotros por conseguir la salvación. Para nosotros todo pasa por empezar a ganar ya. Estamos con muchas ganas, con mucha ilusión de empezar el despegue, de hacer algo grande y sumar la primera victoria de esta nueva era.

Rubi catalogó al Deportivo como un rival con muchas variantes.

Se ha reforzado muy bien, va a ser difícil. Tiene individualidades que marcan diferencias y defensivamente han dado un paso más, tanto en fichajes como en juego. Va a ser un encuentro muy complicado. Es un rival que a la contra se encuentra cómodo, pero que también juega de tú a tú, que propone, que intentar jugar. Tiene tanta variedad que no será fácil superarles. Hay que demostrar que lo de Mestalla no fue casualidad, pero ganando.