Es evidente que el tiempo ha jugado en contra de Rubi desde que llegó. A correprisas, al técnico no le ha quedado otra que plantear su metodología con el riesgo de no acabar de enterrar todas las carencias del pasado. Ahora, en una semana sin fútbol, esta concentración en Oliva servirá para «avanzar dos o tres de trabajo», como el propio entrenador explicó en la previa del Deportivo. «Vamos a estar juntos para conocernos, sobre todo que ellos (los jugadores) sepan más de su cuerpo técnico y su forma de trabajar. Es ideal porque podemos hacer siete sesiones en cuatro días, con alguna de vídeo», añadió. Una buena carga de trabajo físico y táctico para asimilar conceptos, buscando que cueste menos plasmarlos.

La premisa de generar competencia entre las posiciones no variará. Rubi subirá un pistón sin reservas. Este lunes ya hubo sesión vespertina tras partir desde el Ciutat a las 11 horas y llegar al cuartel general de la mini concentración. Hasta el jueves, los 25 jugadores (salvo los lesionados Iván, poco a poco con presencia en el grupo, y Trujillo, sin los internacionales Camarasa y Feddal, y con cuatro del Atlético Levante) trabajarán en doble sesión (las de hoy son a las 9:30 y 17 horas) y descansarán viernes, sábado y domingo. Alejados de la Liga, el cuerpo técnico afinará en Oliva su hoja de ruta para que los jugadores pulan esos aspectos que han dejado sin prácticamente premio una mejoría real. Sobre todo la falta de pegada. El Levante solamente ha estado diez minutos por delante en el marcador, los que fueron desde el 1-0 de Deyverson al Villarreal en el minuto 83, más la prolongación, hasta el pitido final.

El dato más sangrante es la incapacidad en las primeras partes: ni un gol en las once jornadas. Ante el Deportivo, los granotas realizaron cinco remates a puerta, ejecutaron nueve córners y obligaron a intervenir a Germán Lux en cuatro ocasiones, pero el único tanto llegó de un mediocentro y en la oportunidad «más fea». «Hemos metido la que no era ni media ocasión. Yo solamente quiero que entren las más fáciles», reclamaba Rubi tras el 1-1 del sábado, quien además quiso mandar un mensaje de confianza a sus cuatro delanteros: «Si seguimos así, estoy convencido de que la gente de arriba va a acabar con buenos números». Uno de ellos es Roger, que no se rinde. Tiene la confianza de Rubi, pero aún no ha visto portería y eso que ha tenido ocasiones en el Derbi, ante los gallegos e incluso en el último servicio de Lucas. «Acompaña con trabajo a tu suerte si quieres que llegue antes», escribió Roger en su perfil de Instagram, adjuntando una foto suya.

El gol es la preocupación, pero también la respuesta física del equipo. En el Derbi, la gasolina duró poquito más de un hora, y la jornada siguiente hasta el minuto 70 por mucho que Rubi intentara reforzar la medular con Verza para ganar superioridad en la medular cuando Víctor apostó por una doble punta de ataque. Al Levante le sobraron los últimos minutos de ambos partidos. Algo tiene que ver la inactividad de futbolistas como Navarro, Pedro López o incluso Rubén García, defenestrados, sobre todo los dos primeros, por Lucas Alcaraz. «Me gustaría estar al cien por cien, pero no es así. Tres meses de inactividad en el fútbol se notan mucho. Estos días nos va venir genial a mí y al equipo», piensa Navarro.