El proceso de democratización y modernización de la Fundación del LevanteFundación del Levante, actual máxima accionista del club, quedó este martes visto para sentencia con la última cita de la Comisión Ejecutiva. En ella se aprobó el documento definitivo de cambio en el que se ha estado trabajando en las últimas semanas. La denominada como ´Refundación´ queda ahora a expensas del visto bueno legal del Protectorado de Fundaciones y la votación de la Junta del Patronato. En principio, dos trámites con los que rematar el mecanismo que desembocará en breve en una nueva composición de la propiedad del Levante y un menor control por parte del Consejo, sin duda el principal objetivo que se pretendía junto al de representar más fielmente al levantinismo y a sus accionistas.

Tal y como estaba previsto hubo luz verde para la reducción a 23 patronos y la modificación del método de designación. A partir de ahora serán los accionistas quienes elijan en última instancia a través de una consulta a los seis representantes que hasta ahora proponían cada uno tanto Fundación como club. Su voto, eso sí, tendrá que ser refrendado por la Junta del Patronato y la de Accionistas, respectivamente. En resumen, la nueva Fundación tendrá 10 patronos menos y se reduce de manera especial la presencia de consejeros y de representantes institucionales (Feria Valencia, Cámara de Comercio o las Universidades). Sí que se mantienen Generalitat, Ayuntamiento y Diputación, sobre todo debido al vínculo existente con los créditos obtenidos y que tienen su origen en lo público.

En la reunión, en la que también se formalizó la manera de dar el visto bueno a las cuentas del club en la Junta General, volvió a brillar por su ausencia la figura de Quico Catalán. El presidente, pese a que dejó abierta en un principio la puerta a participar en alguna, no ha asistido a ninguna de las reuniones mantenidas por su intención de no influir en el proceso. Y es que hay que recordar que el origen de esta ´Refundación está en el proceso fallido de venta a Robert Sarver y la fractura que abrió ese proceso, en especial por la discutida postura de Quico, a quien desde varios sectores se acusó precisamente de haber influido demasiado. A falta de rematarla, a la fórmula para la regeneración se ha llegado por consenso, aunque los hay que aspiraban a una remodelación más profunda. En principio, con la dimisión de José Manuel Fuertes habrá un nuevo presidente.