El empate del sábado trastoca las cuentas pero no el mensaje optimista que fluye en el vestuario desde el relevo en el banquillo. Nada más pitar Del Cerro el final frente al Depor, David Navarro reunió a sus compañeros en sobre el césped para reforzar la autoestima colectiva y subrayar el camino. «Hay que seguir así, dándolo todo», les dijo, a pesar de las sensaciones contradictorias que habían dejado los 90 minutos y a que el punto sumado no permite salir del pozo clasificatorio. El Levante afronta el paro liguero como colista, empatado a siete puntos con el Granada, pero convencido de sus posibilidades.

La imagen ya se produjo una semana antes, pero adquiere más valor simbólico después de que el equipo dejara escapar un triunfo que consideraba vital para refrendar la mejoría en el juego. Recuerda, por ejemplo, a aquella piña que se había formado en enero después de la infructuosa remontada copera ante el Málaga. A partir de entonces, el grupo que entrenaba Alcaraz empezaría a obtener resultados positivos en Liga, hasta abandonar la zona de descenso y amarrar la permanencia con holgura.

Todos creen en la salvación, empezando por el técnico. En su primer día en Buñol, Rubi ya dejó claro qué pensaba al respecto. «No sé cuando, pero seguro que de aquí salimos», espetó a la plantilla. El catalán fue más allá y aseguró que si había aceptado la oferta granota no era para poder estrenarse en un banquillo de Primera sino porque tenía fe ciega en la consecución del objetivo a final de curso. Un logro que además supondría su renovación por dos cursos más.

Las dos próximas semanas, sin partidos de por medio, deben servir para asentar la nueva apuesta técnica. El propio Navarro, en zona mixta, destacaba el sábado que «solo falta esa pizca de suerte de cara a gol». «En el partido hemos tenido 20 llegadas con ocasiones muy claras», justificaba el central de Port de Sagunt, uno de los principales beneficiados a nivel individual por la destitución de Alcaraz, con quien no contaba.

En la piña postpartido participaron tanto los titulares como la mayoría de suplentes. Toda plantilla, a excepción de Feddal y Camarasa, que hoy se suman a las concentraciones de Marruecos y la Rojita, respectivamente, participarán desde esta tarde en la minipretemporada de Oliva. Rubi ha previsto tres dobles sesiones seguidas, más allá de una vespertina a la llegada. En dos semanas, en la visita a Gijón, arrancará un final de 2015 marcado por los duelos ante rivales directos y la necesidad de puntos.