«Para mí habría sido más justo un empate, pero al final ha sido un partido muy igualado. El Betis ha tenido el acierto en una jugada que luego nosotros no hemos sabido tener. Nos ha marcado esa jugada y después la nuestra de los palos. Sin haber tenido un gran día, el Betis nos podía haber matado en alguna contra. Pero tres largueros en un partido no es normal». Ése ha sido el resumen de Rubi, que ha encajado su primera derrota en Orriols tras un partido en el que, a su juicio, el Levante ha pagado «el inicio de la primera parte».

«El Betis ha entrado mejor; sabíamos que si le dábamos el balón lo íbamos a pasar mal. No conseguíamos dar tres pases. A partir de ahí el peso lo hemos llevado nosotros. Al final es acierto. He encontrado a faltar maldad dentro del área. Y al Betis lo he visto bastante tranquilo defendiendo centros laterales y jugadas», ha dicho este viernes el técnico de Vilassar, que se ha quejado de las constantes interrupciones del Betis. «Nos ha ido matando con los parones, eso nos ha ido sacando un poco del partido. El final, para estar ellos con diez, nos ha costado mucho. Luego lo hemos empezado a hacer bien y al final otra vez hemos vuelto a ir precipitados. Es la ansiedad de ganar, te pones un nervioso y acelerado».

Rubi ha incidido varias veces en que el fallo de Deyverson a puerta vacía ha sido mortal de necesidad, y que la serie de movimientos que ha hecho desde el banquillo iban encaminados a tener «más presencia» en ataque. Sin embargo, «la falta de pausa» se ha convertido en la tónica general para sus jugadores, atolondrados en exceso.

«La entrega ha sido bestial. Se ha peleado hasta el último segundo, pero lo que cambia todo son los goles y el doble palo que hemos hecho nos ha perjudicado muchísimo. Una ocasión tan clara te afecta un poquito. Intentaremos ser más eficaces de aquí para adelante», ha señalado el entrenador, que no ha querido criticar la labor arbitral pero sí poner un matiz de su actuación: «Lo único que sí me duele son los tiempos de descuento. Tanto parón, seis cambios? Pero eso no te hace ganar ni perder. Esas cosas me duelen porque fomentamos que salga beneficiado el equipo que hace parones».

Que el equipo se haya marchado ovacionado pese a la derrota y el puesto de descenso que ocupa tampoco ha sido un detalle que le haya pasado desapercibido: «Es de agradecer, eso es que ellos ven que nuestros jugadores están luchando al máximo, la entrega es innegociable y el público lo está sabiendo apreciar. Es fundamental y nosotros lo notamos, por eso nos vamos muy tristes», ha terminado explicando el técnico, quien ha dejado entrever que hará rotaciones la próxima semana ante el Espanyol en Copa: «Una entidad como la nuestra no se puede permitir el lujo de tirar ninguna competición, pero hay gente que trabaja para tener minutos y tengo ganas de verla».