La Junta General de Accionistas del Levante, como era de prever, se ha convertido en un cuerpo a cuerpo entre Quico Catalán y los representantes del SAM (Sindicato de Accionistas Minoritarios). La cita, celebrada en la tarde de este jueves, ha servido para confrontar las opiniones de ambas partes respecto al fallido proceso de venta del club a Robert Sarver, reproches incluidos. "La propuesta era seria pero no me convenció como para decir 'sí", ha expuesto el presidente granota, quien ha asegurado "no tener nunca el más absoluto interés en formar parte de la Fundación", a la que ha recordado que se había sumado a petición de la misma meses después de su creación.

"¿Por qué el SAM dimitió como patrono? ¿Porque perdió una votación?", ha cuestionado irónicamente el dirigente, durante su respuesta a las cuestiones planteadas previamente por Valentín Serrats, entre las que se incluía una respecto a la falta de transparencia de Quico respecto a las ofertas presentadas por el magnate de Arizona para adquirir un paquete minoritario de acciones durante el mes de agosto. "Posiblemente ustedes sepan más cosas que yo de lo que pasó en agosto. Después de la famosa votación, delegué mis decisiones en el presidente de la Fundación. Desconozco la contraoferta y usted no. Aunque el SAM dimitió, estaba bien informado", ha expuesto con ironía Catalán, quien además ha recalcado que "con los abogados del señor Sarver, en todo ese tiempo solo mantuve una conversación y de minutos". "Se me quitaron las ganas de escuchar tanta falacia y tanta mentira".

Serrats ha cuestionado la legitimidad de los 217.000 euros que Quico posteriormente ha ratificado que conforman su sueldo ejecutivo, la ausencia de áreas de trabajo dentro del Consejo, así como la composición primigenia del Patronato. "Se han callado todo durante seis años, no he escuchado nada en contra al respecto, y en los últimos meses lo han soltado todo. ¿Qué problema había si no escuché ninguna queja ni dos días antes de la votación?", se ha defendido el presidente. ¿Por qué no aceptamos ahora las reglas del juego", se ha preguntado retóricamente.

"Ya le anticipo que el SAM votará en contra de la redacción de los nuevos estatutos de la Fundación, porque suponen un maquillaje y no una modificación de la misma", ha advertido Serrats, quien ha empezado su alocución, todavía durante el punto 1 del orden del día (correspondientes a las cuentas de la campaña 14/15) destacando que Quico "no ha sabido ser un buen presidente de todos los levantinistas". "La paz social se gana", ha apuntado el representante del sindicato de accionistas minoritarios, quien también ha aludido directamente a Quico para recordarle que "usted es un trabajador del club, no su dueño". "¿Por qué impidió que la oferta de Sarver llegara a votarse en una junta?"

En su alegato de defensa, tanto de su gestión como la de postura adoptada durante el proceso de venta, Quico ha calificado este como "el más transparente posible". Ha recalcado incluso que cuatro de los nueve miembros que entonces conformaban el Consejo „antes de la dimisión de Tomás Pérez„ apoyaron la oferta de Sarver en la votación final del Patronato, a modo de exposición de su apuesta por la independencia y su no injerencia en la deliberación.