Mauricio Cuero disfruta ya de dos semanas de desconexión, que no de descanso. El extremo, seis días después de haber llegado procedente de Argentina, voló ayer con destino a Colombia con unas rutinas de trabajo físico en la maleta. Hasta su regreso a Orriols, el próximo día 26, tendrá la oportunidad de oxigenarse mentalmente junto a su familia sin por ello perder la forma física con la que acabó su etapa en Banfield. El cuerpo técnico le ha marcado varias sesiones de entrenamiento, para que no pierda chispa y exponga todas sus cualidades nada más sea tramitada su ficha.

Las actuales necesidades del Levante, último en la clasificación, obligan a acelerar al máximo el proceso de adaptación del cafetero. «Espero hablar con goles para ayudar al equipo a salir de abajo», apuntaba Cuero en su presentación, el pasado miércoles. Esa misma tarde ya se ejercitaría por primera vez a las órdenes de Rubi. Antes de tomarse unos días extra de vacaciones „el paro navideño comenzará el día 20 y el regreso es el 26„ el extremo ha completado tres sesiones junto a sus nuevos compañeros. En las mismas ha expuesto su velocidad y potencia en el disparo, así como buen hacer en los centros al área. Su debut, de no producirse antes en Copa del Rey en caso de superar al Espanyol, estaría fijado para el 9 de enero, en el Ciutat, ante el Rayo Vallecano.