"El éxito en la vida no está en vencer siempre, sino en no darse por vencido nunca". Trujillo ha subido este mensaje en su perfil personal de Twitter, unas palabras de ánimo en lo colectivo pese a la crítica situación deportiva y también en lo personal, una vez superado su percance ocular que estuvo a punto de dejarlo fuera del fútbol. Las bajas de Juanfran y, sobre todo, la de última de Navarro le devolvieron al once tres meses más tarde. No desentonó ante el arsenal ofensivo del Atlético, estuvo rápido ante Griezmann en el primer acto y en el segunda hizo lo propio en otra acción con Vietto.

En el sur de Madrid, pero en el Coliseum de Getafe, la vida de Ángel Trujillo pudo pegar un cambio radical. El pasado 27 de septiembre sufrió un «fuerte golpe en la zona ocular en una jugada fortuita», como así rezaba el parte médico, y dos días después fue operado en Alacant de un desgarro en la retina del ojo derecho para comenzar un periodo marcado por la incertidumbre puesto que no existían precedentes. Afortunadamente, la recuperación ha ido por buen camino por su convicción, fortaleza mental y el trabajo incansable de los que han estado a su lado. Trujillo despidió el año en la lista ante el Málaga, calentó, pero no tuvo minutos. Rubi acabó con Simao como improvisado central.