Además de agitar de nuevo el once inicial, aunque condicionado por las ausencias, la decisión de Rubi de darle el brazalete de capitán a Verza en el Vicente CalderónVerzaVicente Calderón es un paso más en el proceso de reformulación del equipo que persigue el catalán para reflotar una nave a la deriva. No es la primera vez que el míster demuestra que no se casa con nadie y en este caso tampoco le ha temblado el pulso para saltarse esta cadena marcada desde verano y apostar para la capitanía contra el Atlético por un recién llegado hace seis meses y poco debido a las ausencias de los lesionados Juanfran, David Navarro y Casadesús, además del sancionado Pedro López.

Iván, titular en el ‘2’ en el Manzanares, es el quinto en esta nómina, pero Rubi optó por imponer quién lo debía ser y escogió a un futbolista contrariado por su falta de protagonismo. Como señal evidente del ex del Almería —allí capitán a todos los efectos— fue que no celebrara su golazo de falta directa en la vuelta de Copa del Rey. La del sábado pasado fue una designación que sorprendió, incluso al propio Verza, pero el técnico se decidió por el ‘7’ por su experiencia, porque era partidario de elegir a un integrante de la medular y, con esta muestra de confianza, buscaba darle una inyección de confianza a un centrocampista que este verano llegó con la etiqueta de líder, y no solamente por el hecho de que firmó por cuatro temporadas, pero que ha pasado a un segundo plano desde que cayera lesionado a finales de septiembre ante el Eibar.

Que los cuatro capitanes no estuvieran en la convocatoria ante el Atlético fue una situación inédita esta temporada. La última vez que sucedió fue en el pasado curso en El Madrigal, pero allí sí se impuso la veteranía en el club y Casadesús se enfundó el brazalete —ahora entre los cuatro— en aquella derrota por la mínima (1-0). Al llegar con la maquinaria arrancada, Rubi se ha encontrado con la elección de los ‘pesos pesados’ de la plantilla tomada, por votación de los propios jugadores durante la pretemporada, con un marcado acento continuista. El catalán se marcó ante el Atleti lo más parecido a ‘un Caparrós’. En su día, el utrerano dio vía libre al plantel para elegir en los comicios a un par de representantes y los otros dos fueron de su cosecha.

La designación de Verza es también un mensaje a los canteranos. Pero no solamente a Iván por ser ‘el quinto elemento’. En el Calderón coincidió que los jugadores con más trayectoria en el Levante eran los más jóvenes. Rubén García también estaba en las quinielas para la capitanía, pero comenzó en el banquillo, entró en el terreno de juego y la jerarquía se mantuvo en el de Orihuela. Rubi ni pone paños calientes entre tanto batacazo ni tiene remilgos a la hora de sentar a Juanfran, primer capitán, al descanso del Málaga o señalar a Camarasa por el error en el fatídico gol de ThomasCamarasaThomas. Visiblemente molesto al ser cambiado por Roger cuando apenas llevaba unos minutos sobre el césped, Rubi no se cortó en la rueda de prensa al solicitarle «más compañerismo» al de Meliana. «Es normal que se enfade cuando un jugador entra del banquillo, pero he entendido que era lo mejor para el equipo. Lo que buscaba era rendimiento y tiene que aceptarlo con compañerismo», aseguró el míster. Un capítulo del que también habló, sin nombrar a ‘Cama’, el capitán Verza, cuando afirmó que hay que estar «concentrados» los noventa minutos y pico y no conceder «este tipo de despistes». Es el momento de la verdad, ya no hay margen, los errores se penalizan y el de Vilassar de Mar tiene claro que dará galones por meritocracia, sin mirar al DNI. Pero la realidad, de momento, se ha recrudecido, cimentada en las derrotas en el Ciutat. Para Rubi, cualquier movimiento por drástico que pueda parecer para reflotar al equipo, por el bien del colectivo, lo hará. Salvo en el despiste que aprovechó Thomas, que pudo ser aliado y pasó a verdugo, el Levante ganó en equilibrio, pero adoleció de los mismos problemas en ataque que Mauricio Cuero ya podrá intentar subsanar.MauricioCuero