Después del «peor partido defensivamente» en la era Rubi, no queda ninguna duda: el peor rival del Levante es el propio Levante. En Balaídos se vio con meridiana claridad que el equipo tiene fútbol y orgullo para poder salir de los puestos de descenso, pero «errores impropios» de la categoría -como hace no mucho los catalogaba Toño- están impidiendo hacerlo. Desde principio de curso, los granotas han regalado un buen número de goles, y casi tantos puntos, a base de desajustes y concesiones de muy distinta índole.

Con los de Vigo, ya son 24 los tantos encajados que tienen origen en un fallo muy reconocible, ya sea de marca, de concentración o táctico. Una vía de agua que el equipo sufría también a principios de la 14/15, con Mendilibar, y que Alcaraz conseguiría finalmente controlar jugando con defensa de cinco. Sin embargo, esa solución no ha funcionado esta temporada, pues con el granadino todavía en el banquillo se cometieron fallos letales en las primeras jornadas. El día que Lucas perdió el cargo, ante la Real, se sucedieron por ejemplo.

Feddal reconoció su parte de culpa de la derrota del sábado en redes sociales, donde afirmó que «no ha sido mi mejor día». «Hay que levantarse y seguir peleando», afirmaba el central; el club está buscándoles a él, Navarro, Trujillo y Juanfran un competidor de garantías en el mercado, alguien que sea capaz de elevar el nivel de concentración y rendimiento en la zaga.

Con Deyverson y Morales en forma, más la previsible aportación de Cuero y la llegada de más refuerzos en ataque, cerrar la propia portería daría un alto porcentaje de éxito en la consecución de la permanencia. Mientras tanto, la mayoría de esfuerzos serán en vano. Contra el Celta, por primera vez en diez años se anotaron tres tantos a domicilio sin rédito alguno.

Solo tres veces imbatidos

De las penurias defensivas hablan los escasos partidos a cero. Van 22 en competición oficial (20 en Liga) y solo tres en los que los granotas han acabado imbatidos. El primero de ellos, ante el próximo y directísimo rival, la UD Las Palmas (0-0 a domicilio). Los otros supusieron sendas victorias frente a Villarreal y Sporting. El del Molinón es el único duelo con Rubi como técnico en que no se ha encajado. Solo el Rayo lleva más tantos en contra.