Seguro que Rubi recuerda que pasó el 12 de septiembre de 2009. Eran otros tiempos y otra categoría (el grupo III de Segunda B) pero el mismo objetivo que mañana: ganar el duelo de los banquillos a Luis Enrique. Entonces lo logró, hasta llegar a sonrojar al equipo en el que rompía mano como entrenador el asturiano, el Barça Athletic, en su propio feudo. Ahora es él quien entrena al colista y Lucho al líder (justo al contrario que en aquella ocasión), pero piensa que igualmente es posible que el Levante gane y haga «historia» ante el Barça.

Por fe no será. En vísperas del Pizjuán, el de Vilassar ya defendía que «en algún momento vamos a liar una gorda». No habría otra victoria más sonada que una frente a los culés, líderes e invictos en los últimos 27 partidos oficiales. Y, además, en plena conmemoración del centenario de Luis Enrique al frente de los catalanes. «Aunque es muy, muy, muy díficil, estoy convencido de que podemos plantearles muchos problemas. Es una oportunidad para nosotros», dijo ayer Rubi.

Tres veces se han cruzado los caminos de los dos entrenadores, aunque nunca en Liga BBVA. Tampoco en el Barcelona, al que el asturiano volvió después de que el de Vilassar cerrase su experiencia de un año como miembro del cuerpo técnico culé. «Será un partido especial porque tengo muchos amigos allí», reconoce Rubi, que ha obtenido todo tipo de resultados en los enfrentamientos directos: un triunfo, un empate (ambos con el Benidorm) y una derrota inicial, en su etapa previa en el Eivissa. Lo que nunca ha hecho ha sido enfrentarse al primer equipo blaugrana.

Aquel Barça Athletic no era cualquier cosa. De hecho, acabaría la temporada ascendiendo a Liga Adelante. En el 1-3 encajado ante el extinto cuadro alicantino, formaban de inicio Muniesa, Jona Dos Santos, Jonathan Soriano y el mismísimo Nolito, autor del gol del honor de los locales. Oriol Romeu o Rochina entraron desde el banquillo, aunque no sirvió para aplacar a los de Rubi: el exgranota Luismi Loro anotó uno de los tantos. El Benidorm, de hecho, desperdició ocasiones para hacer más sangre.

De cara al choque, el técnico del Levante aboga «por no volver locos a los jugadores». Mantiene «la misma idea» de otros encuentros, así con el discurso optimista de cara a fin de curso: «La situación es complicada, pero nos vamos a dejar la vida por no bajar y creo que lo vamos a conseguir. No sé si será en la última o en la penúltima jornada, pero lo haremos. El arreón de tres partidos (puntuando) tiene que llegar cuanto antes».

Para Rubi, fue «un halago muy grande» que Quico Catalán apostase por su continuidad públicamente incluso en caso de descenso a Liga Adelante. A nivel de plantilla, una vez cerrado el mercado invernal, el entrenador «defiende que se han ido tres grandes profesionales y ha llegado gente que aumenta el nivel general del equipo».

«Se descentra día sí, día no»

Rubi se volvió a mostrar sincero en su análisis de la personalidad de su goleador. «Deyverson se descentra un partido sí y uno no; al Barça es más difícil ganarle», puntualizó el de Vilassar, para quien es «una pena que se le haya quedado esa imagen y ese cartel». «No tiene nada que ver con lo que es él en realidad».

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