Ni Messi, ni Luis Suárez ni el propropio Neymar. Aunque de forma involuntaria, Morales se ha convertido en el protagonista casi absoluto de la previa del Levante - Barça de este domingo. Su sincera advertencia al brasileño, y diría también que inocente (por no medir las repercusiones que esta podía tener) ha alimentado el rodillo que acompaña al Barça, por si este no fuera ya de por si demoledor sobre el terreno de juego. «Algún día a alguno se le cruzará el cable y puede salir mal parado», dijo el viernes el extremo, a quien desde entonces se le han agolpado las críticas, tanto mediáticas como a través de las redes sociales; y en la mayoría de casos, mucho más ofensivas y/o violentas que sus palabras sobre determinadas actitudes del ´11´ culé.

«No gusta que jueguen con tu orgullo y más cuando vas perdiendo», explicaba el madrileño en la comentada entrevista a Deportes Cuatro. Nada que se salga del pensamiento generalizado, o del discurso que ayer mismo utilizó Zidane al ser preguntado al respecto: «Hay gente que le gusta y a otros que no. Seguramente que al rival cuando haces demasiadas tonterías es normal que no», expuso el técnico del Madrid, al que no le han llovido las ofensas por ello.

Esta polémica ha servido para recordar a los más idealistas que no es lo mismo jugar en el Levante que en el conjunto merengue o el propio Barça. También a la hora de hacer ciertos juicios de valor, aunque el de verdad importe ahora en Orriols sea el de la clasificación. Y esta, por desgracia, obliga a rebelarse e intentar la machada ante un rival pletórico (lleva 27 partidos seguidos sin perder en competición oficial) y con argumentos de sobra para hacerle un siete a cualquiera. Al Valencia, sin ir más lejos, se lo plantó literalmente en el marcador de Copa el pasado miércoles.

En el vestuario del Levante saben que es «muy, muy díficil» pero no renunciar a «hacer historia» -así lo ha manifestado Rubi- y arrebatar uno o incluso tres puntos al Barça, al que teóricamente deberían ir a parar. Los resultados de la jornada sabatina (sobre todo, el de Vallecas) han agudizado más todavía las necesidades de los granotas, quienes pasarán otra semana en descenso pase lo que pase. A lo máximo a lo que aspiran, y no sería poco, es a ganar y abandonar el farolillo rojo, siempre que el Madrid derrote por la tarde al Granada en Los Cármenes.

Rubi ha convocado a los 20 jugadores disponibles, por lo que tendrá que descartar a dos a última hora.

Las ausencias (Juanfran, Rubén García, José Mari, Víctor y Pedro) son por lesión; las novedadesradican en la presencia de los últimos refuerzos invernales. Orbán, Medjani y Verdú pueden debutar con la camiseta del Levante, aunque solo el primero parece que lo hará de inicio. Sería como lateral izquierdo, en detrimento del hasta ahora incuestionable Toño. Sin Pedro, y después del paupérrimo rendimiento ofrecido por Iván en Sevilla, Lerma podría recolocarse en el lateral derecho.

El propio Morales, autor de cuatro goles en los últimos partidos, junto a Rossi y Deyverson se presentan como los principales esperanzas granotas. El italiano, titular y goleador ya en el Pizjuán, partiría como falso extremo diestro. El brasileño, una vez cumplida su última sanción, se enfrenta a una oportunidad única para exponer sus dotes rematadoras (que no sus excentricidades) al mundo entero.