Ángel Trujillo no se negó a viajar a Eibar. Ésa es, al menos, la versión que le ha dado a Quico Catalán y a los abogados del Levante. Después de que se le haya incoado un expediente, tal y como confirmó el club, el central ha sido citado para dar sus explicaciones después de que el pasado sábado se reuniera con el entrenador para decirle que prefería no desplazarse a Ipurua si iba a volver a ser el descarte de la convocatoria. Su versión es que todo se está malinterpretando.

De momento el club se está pensando qué hacer, ya que el expediente abierto es informativo. Además, este mismo martes se ha requerido a Rubi para contrastar los hechos después de los matices introducidos por Trujillo en su versión. "Han salido cosas que no son ciertas y estoy muy tranquilo, lo que ha salido publicado es incierto, he dado las explicaciones que he tenido que dar, lo más importante es el club, estar unidos más que nunca", ha declarado ante la prensa a su salida de la reunión. "Hay una lista por una decisión técnica y ya está. Ya he dicho lo que he tenido que decir, he hablado con el club. He contado mi verdad y ahora a muerte con el equipo, no hay nada más que decir. Muchas gracias".

Contrariado por su escasa participación, el ex del Almería se arrepintió a posteriori de su reacción, pero ya era tarde. Rubi lo excluyó de la lista e informó a Manolo Salvador y el presidente de lo ocurrido. Ahora se enfrenta a una fuerte multa e incluso a la posibilidad de ser apartado del grupo y hasta de que se le rescinda el contrato. El pasado verano, a instancias de Lucas Alcaraz, se pagó un millón de euros por su traspaso. Debido a su grave problema de retina, que le dificulta la visión, apenas ha tenido continuidad en el equipo pese a ser titular recientemente en el Calderón y el Sánchez Pizjuán.